Empezar con buen pie es clave y más si vienes de una pretemporada en la que las sensaciones no han sido las esperadas. Y es que los partidos previos del C.D. Guijuelo desde luego no habían sido nada halagüeños para la afición chacinera. Por eso, este primer envite de la nueva temporada tenía un valor especial para el equipo de Ángel Sánchez: ser capaz de reencontrarse con las virtudes que el curso pasado le colocaron como una de las revelaciones de la Segunda División B.

La S.D. Leioa ha sido «victima» en este primer partido oficial del equipo salmantino que demuestra que cuando llega la hora de competir, siempre da la cara y muestra sus cualidades. Seguridad atrás, trabajo de todas las líneas, esfuerzo físico y aprovechar las oportunidades de gol que se puedan generar. Porque lo que es juego, ahí todavía queda mucho que hacer por parte del cuadro técnico y es que será difícil hacer olvidar la alargada sombra de jugadores como Luque o Manu Fuster, que aportaban la diferencia en el sentido futbolístico.

Pero no nos engañemos, este Grupo II tampoco va a ayudar a ello y el partido de este sábado por la tarde es la muestra de que el cambio de grupo va a obligar a cambiar también la forma de jugar. El cuadro vasco del Leioa planteó un partido serio, muy físico, buscando el fútbol directo y evitar cometer errores. Eso se tradujo en una primera parte de mucha intensidad pero poco fútbol, por no decir casi nada.

Los locales salieron con las ideas claras y pusieron pronto en apuros a un Guille Vallejo que confirma las buenas sensaciones de la pretemporada y que se postula como el titular para el entrenador de los verdes. En el minuto 2 Sota comprobó, tras una jugada de Raly, que el cancerbero chacinero está en plena forma. Durante los primeros 25 minutos los locales controlaron el ritmo del encuentro y a pesar del dominio, apenas dispusieron de ocasiones claras. La más destacada, además de la Sota, un disparo de Yurrebaso que se marchó fuera por centímetros tras una jugada embarullada.

El tercio final del primer acto se fue decantando poco a poco para el C.D. Guijuelo, que buscó sorprender con disparos lejanos y cuya acción más destacada fue un precioso pase en profundidad de Carmona (otro gran partido del gaditano en todos los aspectos) a Dieste que no llegó por milímetros a superar al meta local Iturrioz. De ahí al descanso poco más que decir de una primera parte en la que ambos equipos buscaron no cometer ningún error que los sacara del encuentro.

La segunda mitad en Sarriona tuvo más de lo mismo. Poco fútbol, muchas interrupciones y la certeza de que, si alguien marcaba, se llevaría los tres puntos al zurrón. Y ese gol llegó en el 76 de partido. Balón suelto en el área que llega a los pies de Pablo Espina que se revuelve y saca un latigazo que bate al meta del Leioa y que a la postre daría la victoria al C.D. Guijuelo. A partir de ahí, con más corazón que cabeza, los locales se lanzaron en pos de empatar, pero fue Pepe Carmona quien pudo sentenciar el encuentro tras recortar a dos defensas y buscar la escuadra con un derechazo que desvió a córner Iturrioz en el último minuto del juego reglamentario. Sin embargo. ya no se movería el marcador.

Tres puntos que viajan a tierras salmantinas y que sirven para reponer la moral y alejar los fantasmas que la pretemporada había dejado en los aficionados del C.D. Guijuelo.