Hace una semana, Dani Gómez contaba en estas mismas páginas la ilusión y las ganas que tenía de acudir al Campeonato del Mundo de Ironman 70.3. El triatleta charro estuvo en la línea de salida de Niza y completó los 1,9 kilómetros de natación, los 90 kilómetros de bicicleta y los 21,0975 kilómetros de la carrera a pie.

Ahora, más calmado y reposado, se muestra más que satisfecho de lo vivido este fin de semana. «Fui con la idea de disfrutar de un Campeonato del Mundo 70.3 tras haber rechazado dos clasificaciones. Nadé algo peor de lo que debería, no supe adaptarme a la salida rolling start y me acomodé demasiado. Por lo demás, contento por la experiencia, las sensaciones, por competir en una prueba de tantísimo nivel donde hay tanta igualdad entre unos y otros y por haber corrido consistente. La organización durante la carrera ha sido buena. La costa azul, muy recomendable», explica.

Ya en los días previos, Dani Gómez aseguró que las características del circuito, especialmente en el tramo de bicicleta, no le beneficiaban y ese fue el sector en el que peor lo pasó. «Los días previos tuve bastantes dudas porque daban lluvia y había visto el recorrido ciclista, que aunque sabía que no me iba bien, al verlo me gustó aún menos. Aunque finalmente no hubo y menos mal porque si ya hubo muchas caídas en las bajadas, con lluvia hubiera sido un caos. Jamás había visto tantas caídas, lo cual si ya iba con la idea de bajar tranquilo terminó por desconectarme de la carrera durante ese tramo», afirma. Que Alexandre Vinokourov y Laurent Jalabert ganaran en sus respectivas categorías da una muestra de lo técnico que era ese sector.

Con todo, el triatleta salmantino terminó en el puesto 41 dentro de su categoría de edad, pero la posición final no deja de ser una anécdota. Sin duda, el mayor triunfo es la experiencia.