Dentro de lo que es un deporte minoritario, el ultimate frisbee puede presumir en estos momentos de tener una buena salud. Actualmente Salamanca cuenta con dos equipos, Quimera y Urracas, y en cada uno están enrolados más de 20 personas. Para una disciplina poco conocida, no está nada mal. Y, ojo, ese número va en aumento.

“Cada vez tenemos más jugadores y jugadoras en el equipo gracias a las ferias de bienvenida, a que estoy en el colegio Salesianos y siempre hay algún chico o chica que se anima, a amigos y amigas de la gente… Este año esperamos que venga mucha gente”, señala José Luis Martín, entrenador y responsable de las Urracas.

El equipo salmantino se constituyó en 2015 y el año pasado pudo registrarse por fin como club deportivo. Entre los fijos de la plantilla y los curiosos que se acercan a probar, en torno a 25 personas acuden cada semana a los entrenamientos en el Puente Romano (lunes) y en la Aldehuela (miércoles).

“La concepción que nos tenían hace tiempo de los raritos va cambiando poco a poco y ya nos ven como un deporte diferente. En la feria de bienvenida vienen, nos ven, les explicamos cómo se juega y la gente acaba enganchándose y viene a entrenar”, asegura.

Cualquiera puede entrar a formar parte de la familia del ultimate frisbee. Solo hace falta tener una actitud positiva y el resto ya vendrá después. Según el técnico, requiere “una condición física interesante porque te pegas unas palizas a correr que no veas” y dentro del terreno de juego “cuando aprendes a lanzar y a moverte en el campo en pocas semanas o pocos meses tienes el nivel aceptable”.

Las Urracas participan en la Liga Central, una competición que se juega aproximadamente un fin de semana al mes y que reúne en una misma ciudad a equipos de lugares como Salamanca, Valladolid, Madrid o Portugal. “Aprovechamos el fin de semana para jugar varios partidos”, apunta.

“El mejor deporte jamás inventado”

José Luis Martín explica que en la mayoría de libros de ultimate frisbee definen a esta disciplina como “el mejor deporte jamás inventado”. Más allá del plano puramente deportivo, que también es importante, lo que prima es el buen ambiente y una serie de valores que lo hacen atractivo para sus participantes.

“Es un gran deporte. Físicamente te exige mucho, tiene mucha técnica, tienes que entender la táctica y es un deporte con un montón de buenos valores: buen espíritu, actitud positiva, autocontrol, disciplina, se juega sin árbitros y tienes que saber las normas… Hay un montón de cosas que si los niños las aprendieran desde bien pequeñitos otro gallo nos cantaría y los haría crecer mucho más como personas”, explica.

Al finalizar cada partido, los equipos deben evaluar cinco aspectos como son el conocimiento de las normas, el juego limpio, la ausencia de contacto físico, la actitud positiva y la comunicación con los compañeros. Si no cumples esas cinco cualidades, el resto de jugadores no te aceptan. “Como todos lo cumplimos tenemos un ambiente muy guay”, reconoce. Además, valora que el ultimate frisbee es “una familia en general”.

Plata en el Campeonato de Europa sub20

Además de su labor como entrenador de las Urracas, José Luis Martín también es el seleccionador español de la categoría sub20. “Hice un proyecto con la Federación Española de Disco Volador para entrenar a la selección sub20, que llevaban unos años que no se hacía nada, me lo aceptaron y desde noviembre hasta agosto que nos fuimos Wroclaw hicimos un montón de concentraciones, pruebas, torneos…”. Estuvo acompañado por Fernando y Mónica en el cuerpo técnico y dos de sus jugadores, Carlos e Isma, fueron seleccionados para disputar el Campeonato de Europa. “Nos plantamos en la final y nos ganaron los letones, pero fue una experiencia brutal. Fue la primera medalla de plata de cualquier selección española de ultimate frisbee en césped. Es un orgullo para nosotros”, concluye.