Aquellos que llegaran a Las Pistas después de una copiosa comida para celebrar el día festivo debieron pelear para no sucumbir a la siesta. Al menos durante la primera mitad, ya que era a lo que invitaba el partido, en el que los minutos pasaban, pero las ocasiones brillaban por su ausencia. En el caso del Tudelano porque puntuar fuera de casa siempre es positivo, y en el de Unionistas porque el miedo a encajar agarrotaba a los pupilos de Roberto Aguirre.

Los locales notaban la ausencia de Álvaro Romero, ese jugador capaz de salirse del guion, y sus ataques se hacían extremadamente previsibles. O lo que es lo mismo, acercamientos por banda derecha en los que Javi Navas sacaba un centro para que aparecieran sus compañeros. Además, las segundas jugadas no favorecían al cuadro charro, que tampoco dispuso casi de acciones a balón parado. Por todo esto, el conjunto local desaprovechó una primera parte en la que atacaba con el viento a favor.

Pagola no tuvo excesivo trabajo, aunque cuando tuvo que aparecer lo hizo con seguridad. Así ocurrió en el minuto 8 de partido, con una volea de Piojo dentro del área a la que el ex portero de la Unión Deportiva Salamanca respondió con una buena mano. Por su parte, el Tudelano no conseguía acercarse a los últimos metros y sus intentos fueron todos desde fuera del área. Primero por medio de Obi, en un disparo que se marchó muy desviado, y posteriormente en otro remate de Azkue que llegó manso a las manos de Brais tras tocar en un defensor.

Los mejores minutos de Unionistas tuvieron lugar en torno a la media hora de partido y arrancaron con dos tiros lejanos: el de Góngora lo atrapó en dos tiempos Pagola y el posterior de Javi Navas se estrelló en un rival. Precisamente el abulense generó las ocasiones siguientes, centrando desde banda derecha. Sin embargo, tanto David Grande como dos minutos más tarde De la Nava llegaron a ese envío muy justos, y pese a tocar el cuero en ambos casos se dirigió manso a las manos de Pagola.

El descanso significó ese empujón que necesitaba el Tudelano para creer en la victoria y dio un paso adelante con el que encerró a Unionistas, cada vez más nervioso, como si presagiara el gol navarro. Pudo hacerlo en una jugada ensayada a la salida de un córner, pero el golpeo de Iñaki desde la frontal se topó con el larguero. Cinco minutos más tarde Obi cazaba un balón suelto en el área, aunque su derechazo no cogió portería. Y al poco de cumplirse la hora de encuentro, llegó el inevitable gol. Lo anotó Zabaleta, con una volea con pierna zurda que Brais no fue capaz de atrapar.

El mazazo fue tremendo para Unionistas. Si el empate era un mal resultado, la derrota alargaba el plazo que se puede marcar el cuadro charro para abandonar los puestos de descenso. Durante casi un cuarto de hora estuvieron a merced del Tudelano, que no supo rematar a su rival. Y en una acción aislada, a balón parado, se produjo el empate, con un córner que Ayoze cabeceó a la red.

Había tiempo por delante para buscar la remontada, pero los jugadores de Roberto Aguirre no quisieron mover demasiado el avispero por lo que pudiera pasar. El técnico ni siquiera movió el banquillo salvo la habitual entrada al campo de Garrido. Además se quedó sin Javi Ribelles para la próxima jornada, al ver la quinta amarilla que le obliga a cumplir ciclo. Al menos Unionistas sumó un punto, algo que por algunos momentos pareció que no lograría.

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