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Jesús Gutiérrez: «Queríamos traer buenas personas porque jugadores buenos hay muchísimos»

El entrenador del Aquimisa Carbajosa hace un repaso a su trayectoria, a la del equipo y a lo que le depara el futuro

Jesús Gutiérrez, técnico del Aquimisa Carbajosa
María Pedrosa | 29 octubre, 2019

La palabra ambición recorre las calles, no solo de la ciudad de Salamanca, sino, y principalmente, de un pequeño pueblo que poco a poco y con paciencia ha conseguido llevar a cabo un proyecto que genera ilusión, intensidad y al que los amantes al baloncesto se aferran, tratando de volver a vivir en su ciudad lo mismo que a través del baloncesto femenino.

El CD Carbajosa Basket ha conseguido transmitir a la ciudad del baloncesto la ambición que dentro de la pista se muestra en cada uno de sus jugadores, liderados por Jesús Gutiérrez. Técnico aragonés, cuya vida y personalidad se define a través de este deporte y que nos recuerda que los grandes proyectos son el resultado de grandes esfuerzos y mucho trabajo.

Detallista, comprometido, deportista y en el mejor de los sentidos un friki, no solo del café, sino especialmente del baloncesto. Jesús Gutiérrez, actual entrenador del Aquimisa Carbajosa, es el fiel reflejo de cuando las cosas se hacen bien. Y hay un dicho que dice que lo bien empieza, bien acaba…

«Empecé muy pronto a entrenar al baloncesto. A la vez que jugaba, comencé a entrenar minibasket y desde entonces, hasta ahora. Siempre me ha apasionado este deporte y era la forma de seguir, porque jugando no», afirma riendo. Aunque eso sí, no le importaría ir algún día a entrenar con el Diputación de su club.

Además de dirigir distintas categorías tanto en liga EBA como en LEB Plata, Gutiérrez también ha estado al mando de equipos femeninos, llegando a competir, de la mano del Mann Filter de Zaragoza, en la élite del baloncesto femenino español: «Es diferente y no en un sentido peyorativo, sino simplemente distintos, porque los físicos son diferentes. En el baloncesto masculino cada vez más se nota que los jugadores son más atletas. Incluso en Liga EBA se juega mucho por encima del aro, que antes era impensable, y en el baloncesto femenino se recurre bastante más a la táctica«.

«Particularmente, yo no he hecho ninguna diferencia cuando he entrenado masculino y cuando he entrenado femenino. Hablo del trato o de la manera de trabajar. Sí que, evidentemente, tácticamente tiene que ser distinto, pero a nivel de trato, son profesionales y el baloncesto es baloncesto. Simplemente hay que saber mirarlo con los ojos adecuados», asegura.

La figura del entrenador. «Una de las cosas que creo que son más importantes como entrenador es no venir con una idea preconcebida y con una manera de juego establecida en tu cabeza, porque lo más normal es que te equivoques. Cuando ves a los jugadores sobre la pista, es diferente en muchos casos a lo que te esperabas, entonces tienes que buscar la manera de jugar que mejor se adapte al equipo».

«Yo no vengo con mi libro de jugadas y las hago porque me gustan mucho. No. Yo he ido viendo cómo va el equipo. Cada semana evoluciona y cambia, por lo que tengo que buscar las virtudes que tiene y potenciarlas y los defectos, esconderlos. Tienes que adaptarte totalmente al equipo«, continúa.

Y este equipo es ilusionante. «Sí, lo es, pero nos lo curramos mucho para estar aquí y poder decirlo. Miramos mucho lo que fichábamos. Principalmente, queríamos traer buenas personas porque jugadores buenos hay muchísimos. Tener buena gente ayuda al ambiente del equipo y no han dado ningún problema y no lo darán».

«Yo hablé con todos los jugadores que hemos fichado previamente, no me importaba dónde estuvieran. De hecho, en muchos casos hablé con sus familiares y en todos, con entrenadores anteriores que habían tenido. No hemos fichado por catálogo», explica.

¿Y con respecto al staff técnico? «Creo que es un acierto la presencia de Javi Barrueco. El trabajo que hace es excepcional y se notará mucho en los jugadores que vienen a entrenar por las mañanas. Con Álex muy bien, con Pana muy bien… Se hicieron las cosas bien y eso es lo que diferencia a este club del resto«.

¿Cuál es esa distinción? «La diferencia de este club con todos es que aquí lo que se tiene que hacer se hace. En otros sitios y en categorías superiores no hacen más que decirte que sí y luego no te dan nada. Aquí hasta ahora lo que se tiene que hacer se ha hecho. Después ganaremos o perderemos y por los resultados me juzgarán, pero no me tengo que preocupar de demasiadas cosas externas al baloncesto porque las cosas se hacen. Este club, en ese sentido, es fantástico«.

«Hay que pensar que hay jugadores que están a 8.000 kilómetros de su casa y cualquier pequeña cosa que se te estropea, sin la presencia de tus amigos o sin tu familia, fuera de casa, es un drama. Haces un mundo de ello y aquí esas cosas se cuidan. Eso hace que de momento estemos funcionando muy bien y que las cosas sigan hacia delante con la misma o mayor ilusión que al principio», reconoce.

Ahí también está presente el entrenador. «Sí, y más en un equipo de Liga EBA. Lo primero que tienes que saber es cómo son tus jugadores fuera de la pista. Y lo segundo, antes de conocer el porcentaje de tiro o si tira ganchos con la izquierda es si son entrenables. Aquí es lo que queríamos, buena gente y que pudiéramos entrenar. Puedes traer a buenos jugadores, pero que no se dejen entrenar, que tengan su idea…y no quieran entrar en la dinámica de equipo. Y son los objetivos grandes, los que se consiguen a través de la unidad del equipo, no desde individualidades«.

Entonces, ¿qué define a la figura del entrenador? «Ganar, ganan los jugadores y perder, perdemos los entrenadores. La profesión del entrenador es completamente irracional. Preparas victorias, pero sufres derrotas. El que no juega nada está descontento, pero el que juega bastante cuando lo quitas también está descontento. Tienes que asumir que nunca nadie va a estar contento contigo y siempre van a pensar que puedes hacerlo mejor. Si has ganado de 7, tenías que haber ganado de 17… Es absoluta y totalmente irracional, yo muchas veces no entiendo por qué lo hacemos (risas). No sabes por qué es algo que te engancha totalmente. El entrenar, el conseguir que el equipo mejore, que el equipo progrese. Es totalmente irracional».

¿Es solitario ser entrenador? «Tienes que evitar que las críticas te afecten y si lo hacen, hacer como que no. Yo no me vine el día que empezamos a entrenar, sino que lo hice una semana antes. Necesitas adaptarte y organizarte. Cambias tu vida. Habré empezado una temporada nueva unas 13 o 14 veces y cuesta. Echas de menos tu casa, tu familia, tus amigos… A mí cada año me cuesta más, pero el proyecto y cómo van las cosas aquí hacen que lo veas todo con más ganas y mayor ilusión«.

Al ser un trabajo tan diario, ¿se disfruta más del proceso o del resultado? «Se disfruta muchísimo el proceso. Te vas contento cuando ganas partidos y disfrutas cuando consigues encadenar dos entrenamientos buenos seguidos. Además, mis mejores recuerdos los tengo de cuando entrenaba en cantera, los Campeonatos de España a los que llegamos…Es diferente. Los chicos y chicas infantiles y cadetes se entregan al 100%, es una conexión brutal con el equipo que es mucho más difícil de tener con los profesionales».

¿Se puede hablar de futuro? «Bueno, sí me veo entrenando en un futuro, pero mi aspiración ahora mismo es pasármelo bien en el entrenamiento de esta tarde. No hay ninguna aspiración ni meta a largo plazo. Disfrutar del entrenamiento siguiente. Si no, te creas unas expectativas que solo hacen que te lleves decepciones».

«Ahora mismo estoy contento con el grupo que tenemos y el trabajo que realizamos. Lo más importante es que el entrenamiento de esta tarde salga bien y cuando pase el de esta tarde, el de mañana por la mañana, no puedes mirar más allá porque entonces es cuando te equivocas», considera.

Salamanca, ciudad de baloncesto. «Totalmente. Es algo de lo que nos hemos dado cuenta. Si conseguimos enganchar a la gente, creo que podemos pasárnoslo bien todos. El otro día había bastante gente y el próximo habrá todavía más. A ver si podemos llegar a ser el equipo referente del baloncesto masculino en Salamanca, esa es la idea«.

Mientras que enlaza su trabajo de estadística avanzada y análisis de vídeo, coordinando toda el área de baloncesto en la empresa multinacional Synergy, Gutiérrez todavía tiene tiempo para ir a correr tres o cuatro días a la semana, pensar en su posible participación en la Media Maratón de Salamanca y entrenar, con todo lo que ello conlleva. Eso sí, ¿la palabra ambición?

«Para mí, ambición es entrenar bien hoy, el resto de semana y ganar el sábado».

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