El Navega femenino está siendo una de las gratas noticias del fútbol charro en este primer tramo de la competición. El conjunto escolar llega a su jornada de descanso en la Liga Doble G en segunda posición y con unas sensaciones inmejorables. Cayó en la primera jornada ante el Olímpico de León B, líder, y desde entonces acumula cinco victorias consecutivas.

«La valoración es totalmente positiva. Las chicas están inmensamente ilusionadas, supermotivadas, contentas, trabajadoras y, bueno, ellas en principio con la realidad del día poco a poco, semana a semana, van evolucionando y deseando que acabe la liga y que terminen en los puestos para los que estamos trabajando», asegura Daniel Clara, su entrenador.

La clasificación va tomando forma después de seis jornadas y aunque no quiere hablar de ello directamente, la posibilidad del ascenso empieza a vislumbrarse en el horizonte. «Queremos hacer una temporada buena para el club. Los pies en el suelo, siendo realistas y no vamos a desaprovechar absolutamente nada», apunta.

El técnico reconoce que no se esperaba este buen inicio de curso, y es que cogió al equipo apenas una semana antes de que arrancara la competición: «Conocía poco del equipo, pero las chicas me lo han puesto fácil por su disponibilidad, creatividad y ganas de aprender. Me he habituado al equipo en dos semanas».

A quien sí conocía es a Lucía Rubio, máxima goleadora con nueve tantos. Tanto ella como sus compañeras «a medida que pasan los días van teniendo más confianza en el cuerpo técnico y en ellas mismas, ven que según se entrena se consiguen resultados«.

Para Daniel Clara, la receta del Navega para cuajar este arranque reside en el grupo: «El juego colectivo, no hay una chica que destaque sobre las demás, la ayuda y la solidaridad. El compromiso hace que el equipo esté muy unido«.