El efecto Jabi Luaces, que debutó al frente de Unionistas con una victoria en Amorebieta, se conservó durante el tramo inicial de su segundo partido al frente del club charro. Pero poco a poco la balanza se fue desequilibrando a favor del Real Unión, que pese a tener que esperar, acabó consiguiendo un importante triunfo en los últimos compases del choque. De este modo los salmantinos se quedan a más de un partido de su rival este sábado, que precisamente es quien marca actualmente la salvación directa.  

Empezó mejor Unionistas, liderado por un David Grande enrachado tras haber marcado tres goles en los últimos dos partidos. Una estadística que pudo mejorar más todavía antes de superar el ecuador del primer tiempo, tiempo en el que dispuso de tres buenas opciones para adelantar a los suyos. En la más temprana tan solo habían pasado tres minutos, cuando desde fuera del área se sacó un zurdazo potente; respondió Irazusta con una mano al lado del larguero para enviar el balón a córner.

Repitió acción un cuarto de hora más tarde el nueve blanquinegro, tras dejar sentado a su par con un buen control orientado. Esta vez golpeó abajo, y el esférico salió cerca del poste. Su último intento, y el de su equipo hasta tres cuartos de hora más tarde, lo salvó Irazusta. El guardameta del Real Unión se hizo enorme en los límites de su área, para salvar a los suyos en el mano a mano con David Grande.

En todo ese tiempo, a parte del delantero madrileño tan solo Góngora había protagonizado una acción de ataque para los locales, con una falta lejana que se marchó rozando el travesaño. Tampoco había generado peligro de todos modos el cuadro rival, con un único acercamiento en el que Galán cabeceó al lateral de la red. Pero los guipuzcoanos mejoraron y encerraron a Unionistas cerca de su área, situación que se acentuó en los coletazos previos al descanso.

Una de las razones fue su superioridad en las acciones ofensivas a balón parado. Sobre todo en los saques de esquina, en los que casi siempre acababan rematando. Sin embargo, antes avisaron en jugada con un cabezazo de Larrucea tras un centro desde banda derecha de Estrada, y un disparo de Niko Kata al borde del área que se marchó arriba.

Hasta los últimos seis minutos de la primera mitad Brais no había tenido trabajo, pero reaccionó bien cuando le tocó intervenir. Así despejó de puños un testarazo de Aranzabe en un a la salida de un córner, y segundos más tarde un disparo desde dentro del área de Cárdenas. Todavía hubo tiempo para dos opciones más, en las que solo la falta de puntería impidió que el Real Unión se adelantara antes del intermedio. No en vano, a bocajarro dispararon fuera tanto Niko Kata en un nuevo saque de esquina como Galán tras un centro raso desde banda izquierdo.

El descanso no frenó la superioridad de los visitantes, que siguieron rondando el gol. Primero en un centro chut que se envenenó, obligando a Brais a enviar el balón a córner. Y un minuto más tarde Unionistas tuvo que darle gracias al poste, que repelió un disparo de Galán desde dentro del área. Una internada de Aranzabe desde banda izquierda fue el último intento del Real Unión por un tiempo, y el guardameta local atrapó bien su tiro desde fuera del área.

En vista de que sus jugadores eran superados por el rival, Jabi Luaces movió el banquillo para intentar acercarles de nuevo al área defendida por Irazusta. Una de las ideas era que Javi Navas metiera centros al área y uno de ellos lo empujó a la red David Grande, aunque según el colegiado situado en posición antirreglamentaria y anuló el gol. Un minuto antes Ribelles, importante como siempre a balón parado, había cabeceado demasiado cruzado.

Esa ocasión permitió a Unionistas sacudirse la presión irundarra, y de este modo afrontar el tramo final con el marcador igualado. Una cabalgada de Garrido, que acabó forzando una falta peligrosa sobre la frontal, pudo desequilibrar la balanza. Sin embargo, Góngora estrelló su disparo contra la barrera. Y prácticamente al instante, en un nuevo saque de esquina, Telis cabeceaba a la red.

Los locales se lanzaron a por el empate apoyados de nuevo en la estrategia. Así dispusieron de una falta lateral que Ribelles no consiguió dirigir a portería, sino hacia atrás. El despeje del Real Unión acabó en los dominios de Brais, pero el guardameta gallego erró a la hora de intentar controlar y le entregó el balón a Eneko Eizmendi, que aprovechó el regalo para sentenciar el encuentro.

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