En un duelo importante en la lucha por evitar el descenso el Mirandés B se presentó en el Alfonso San Casto con el único objetivo de asegurar el empate. Y aunque dispuso de opciones para evitarlo, el Santa Marta se mostró incapaz de marcar un gol, dejando que el antepenúltimo clasificado se marchara vivo de su feudo. 

Hizo falta poco tiempo para que ambos equipos mostraran sus cartas. El Santa Marta dominaba el balón a la espera de que aparecieran los huecos en la zaga de su rival. Por su parte el Mirandés B dejaba pasar los minutos, arañando tiempo siempre que podía, y esperaba un error de los locales. Un guion que se mantuvo durante más de hora y media, y del que salió beneficiado al que le hacía falta menos para ser feliz. 

Pese a monopolizar el cuero, los tormesinos tardaron casi media hora en crear peligro sobre la portería visitante. Pero en cuanto lo hicieron, fue a través de un acoso constante que no finalizó con el esperado derribo del muro ideado por Roberto Sáez, que debutaba en el banquillo del filial burgalés. Ni siquiera en una pena máxima a falta de cinco minutos para el descanso en la que Jorge García ajustó tanto que estrelló su disparo en el poste. 

Anteriormente, las ocasiones del Santa Marta habían arrancado a balón parado con testarazos que no cogieron portería. En un saque de esquina Arroyo avisaba, e instantes después, a la salida de una falta cerrada Lerma perdonaba a bocajarro. También lo intentaron desde fuera del área Mito y Chopi, pero respondió bien Alberto.

Superado el descanso, Mito demostró que el partido no había cambiado y en una internada desde banda izquierda se sacó un golpeo que se marchó fuera por muy poco. Pero también tuvo la primera y única acción de peligro el Mirandés B, en una pérdida de Tena en la salida de balón que Stefano culminó con un disparo desde la frontal por encima del travesaño.

Con el paso de los minutos las apuestas de los dos equipos se potenciaron. Los visitantes únicamente pensaban en el empate, lo que acabó con varios de sus jugadores amonestados por pérdidas de tiempo. Por su parte el cuadro rojillo trató de todos los modos posibles de conseguir una victoria que sigue siéndole esquiva. Quien más lo intentó, aunque no siempre de manera acertada, fue Mito, que a falta de once minutos se sacó un zurdazo pegado al poste que Alberto envió a córner.

En el tiempo restante el encuentro se jugó en las cercanías de la portería visitante, pero sin disparos. Y por si fuera poco, en una pequeña tangana el Santa Marta perdía para la siguiente jornada a Raúl y Lucas, que serán sancionados tras ver la quinta tarjeta amarilla del ciclo.