“Los momentos duros a este equipo le van a hacer más grande”. Esas eran las palabras previas al comienzo del encuentro, correspondiente a la novena jornada de liga, de Miguel Ángel Ortega. Tras la segunda derrota de la temporada en tierras gallegas, las salmantinas tenían una prueba de fuego después del parón por selecciones. Eso sí, contaban con una ventaja: su afición.

A pesar del fútbol y del mal tiempo, en Würzburg se respiraba el calor propio de la vuelta a casa de un equipo que sufrió en su último partido fuera y que necesitaba el empujón de su gente para volver a la senda de la victoria siendo fiel a su estilo y derrotando a un Araski en línea ascendente, que ha demostrado poder competir contra los a priori grandes favoritos de la Liga Femenina Endesa.

Comenzó el encuentro de las manos de Silvia, Loyd, Hayes, Hof y Vitola. Avenida estaba en el partido y su defensa, a través del control del rebote además del alto porcentaje en tiros, auguraba un buen resultado para las salmantinas. Las vascas se mantuvieron en el encuentro desde la línea de 6,75 con un alto porcentaje con el que no querían perder antes de tiempo la cara al partido.

La primera gran ventaja se consiguió gracias al acierto de una Jewell Loyd a la que los días de descanso han venido de maravilla y que brilló en todos los sentidos. Tanto en defensa como en ataque, la alero de Perfumerías Avenida aportaba su grano de arena. 21-10 y todas las jugadoras ya habían pisado el parqué de Würzburg. El punto final al primer cuarto lo puso Araski desde la línea de tres: 21-13. Buena defensa, control del rebote y buenos porcentajes de tiro para el conjunto a las órdenes de Miguel Ángel Ortega. Hasta el momento Avenida mostraba otra cara y mantenía el aprobado.

En los diez minutos siguientes las de Salamanca aceleraron y pusieron la quinta marcha, para dejar en tan solo ocho puntos al equipo visitante. La sólida defensa de Avenida encontraba su recompensa en las continuas recuperaciones y errores (forzados) del conjunto vasco. Además, en ataque Vitola se quitó su espinita de continuos errores debajo del aro en Würzburg en jornadas anteriores.

El aspecto amargo lo vivió Jewell Loyd, quien se llevó un tremendo golpe de Laura Quevedo que le impidió jugar el resto del encuentro. Al descanso 15 arriba y buenas sensaciones de todas las jugadoras, entrando todas en juego y dando valor a la palabra equipo, única solución para la mala racha perfumera. Final del segundo cuarto: 36-21.

El susto llegó en el tercer cuarto con un parcial de 0-8 a favor del equipo visitante. Las charras comenzaron dormidas el encuentro, pero pronto el tercer periodo cambió su rumbo y tuvo dos nombres propios Laura Gil y Tiffany Hayes. La pívot murciana fue fundamental para devolver el parcial, anotando hasta ocho puntos en cinco minutos y controlando la zona tanto en ataque como en defensa.

Por su parte, Hayes se sumó al rescate del equipo, consiguiendo siete puntos seguidos y secundada por una Silvia Domínguez que en pequeñas dosis que valen oro controló el partido de principio a fin, siendo líder en los momentos más duros: 54-32 y el partido se volvía cada vez más agresivo con una actuación arbitral muy cuestionable. Final del tercer cuarto: 56-37.

El último cuarto fue de nuevo accidentado, teniendo hasta dos jugadoras de Araski que retirarse del terreno de juego. Pocos puntos, mucho contacto físico y un partido muy lento. Final del choque y final de la mala racha: 70-46. Avenida se rehace con presencia en el juego interior.