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El Lacrosse Salamanca no se quiere rendir

En la actualidad no existe equipo como tal en nuestra ciudad después de varios años de actividad, pero sus antiguos componentes nunca cierran la puerta a un regreso

Miembros del Lacrosse Salamanca junto al otros jugadores de Sevilla / FOTO: Lacrosse Salamanca
Adrián A. García | 28 noviembre, 2019

Hace tres años, el lacrosse gozaba de buena salud en nuestra ciudad. Como deporte minoritario que es, ha sufrido sus idas y venidas desde que arrancó su actividad en la capital del Tormes. Ahora se encuentra en uno de esos valles, pero no se quiere rendir y apuesta por una remontada en el futuro.

El Lacrosse Salamanca compitió en la liga de 2016 y en las copas de 2016 y 2017. Sin embargo, por circunstancias de la vida y de una ciudad de paso como esta, algunos de sus miembros tuvieron que ir dejando la práctica de este deporte y el equipo está en modo ‘pause’.

“No éramos suficientes para la liga, así que no podíamos, teníamos que juntarnos con otra gente y eran muchos desplazamientos Lo tenemos un poco parado ahora mismo todo”, confiesa con pesar Guillermo Arribas, precursor del deporte.

Él sigue metido dentro del lacrosse como colegiado y responsable de los árbitros de toda España, una tarea que compagina con algún partido de vez en cuando con otros equipos, como hizo la pasada temporada con el conjunto de Barcelona.

Desde dentro y con la experiencia de los años, Arribas cree que esta disciplina sufrió un bajón del que se está recuperando paulatinamente: “Parecía que había auge, pero eliminaron la liga de desarrollo y varios equipos no podían participar. Esos equipos más pequeños desaparecimos o estamos en parón. Este año han vuelto a meter una liga pequeña de desarrollo y parece que algún equipo más está empezando a salir. En chicas hay en Madrid y poco más; en chicos, Barcelona, Madrid, Bilbao, Alicante y Sevilla han bajado un poco y surge Valencia”.

En Castilla y León solo existía el Lacrosse Salamanca y aunque actualmente no compite, sí sigue abierto a ayudar a todos aquellos que están interesados en conocer sus entresijos. “Cuando alguna vez alguien nos contacta le explicamos y por lo menos le enseñamos el deporte. El año pasado vino una chica de Alemania y un grupo de estudiantes nos preguntó para hacer su proyecto. Estamos abiertos a que quieran probarlo y buscaríamos un horario para darle la posibilidad y si le gusta intentaríamos seguir entrenando y que juegue con algún equipo de Madrid”, señala.

Por si alguna vez el club volviera al ruedo, sus miembros tienen almacenado todo el material necesario para su correcto desarrollo, el casco, los guantes y las pecheras para los chicos y el stick para las categorías masculinas y femeninas, y es que si hay algo que caracteriza a esta disciplina es ese palo con una red en el extremo para llevar la pelota y que no se pierda, como la esperanza de retomar el equipo que un día llevó el nombre de Salamanca por la geografía española.

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