Sensación agridulce para el Universidad de Salamanca después de su encuentro frente al líder de la competición, el CV Sanse. Al fin y al cabo el equipo que encabeza Teresa Juanes mostró un nivel muy serio, lo que le permitió plantar cara al hasta ahora mejor equipo de la Primera División de voleibol femenino. Sin embargo no sirvió para puntuar, y eso que lo tuvieron bastante cerca.

Antes de visitar el pabellón Unamuno, las madrileñas tan solo habían cedido cinco sets en las jornadas previas, número al que hubo que añadir otro tras su paso por Salamanca. De hecho cayeron en la manga con la que se abrió el choque, ante un cuadro universitario que jugó sin ningún miedo y empezó muy fuerte.

El marcador estuvo muy igualado hasta el primer tercio del set, cuando una renta que variaba entre los tres y cuatro puntos permitió a las charras jugar muy cómodas. Y aunque el CV Sanse se acercó en el tramo final, el periodo inicial cayó del bando local sin necesidad de jugar el último punto, al señalarse una tarjeta roja a su rival por reiteradas protestas (25-20).

Respondieron bien las visitantes, que sin prácticamente puntos débiles aprovecharon un ligero bajón de nivel en el Universidad de Salamanca para remontar dicha desventaja. Lo hicieron además sin dar opciones de que las charras sumaran algún punto, muy necesarios en su lucha por lograr la permanencia.

Los tres sets restantes fueron muy similares, igualados en su primera mitad y decantándose superado el ecuador del lado del CV Sanse. El que sirvió al cuadro capitalino para empatar fue el más igualado de todos (20-25), números que mejoraron tanto en la tercera manga del encuentro (18-25) como en la cuarta y definitiva (17-25).

La próxima jornada el Universidad de Salamanca disfruta un partido clave en el que necesita puntuar para seguir fuera del descenso, al ser antepenúltimo el equipo actualmente. No en vano reciben a partir de las 19:30 horas del sábado al colista, el CUV Alcorcón, con la esperanza de sumar todo lo posible.