Siete encuentros consecutivos llevaba el Peñaranda sin perder, racha que se vio truncada este domingo en casa del Villa de Simancas, rival directo en la lucha por conseguir el ascenso. El conjunto morado pagó muy caro un gol en contra en los compases iniciales, y aunque tuvo opciones para lograr la igualada recibió la puntilla casi al final del partido.

El tanto de Suárez, que aprovechó un buen centro lateral de Dani Blanco, cayó como una losa sobre el equipo salmantino. Aun así, superado el primer cuarto de hora el Peñaranda comenzó a asentarse en el campo y las ocasiones llegaron. Por ejemplo un disparo de Agus, varios balones que se pasearon por el área sin encontrar rematador o una clara opción del pichichi Garrido. Lo que no apareció fue el gol, que a punto estuvo de regresar en el área contraria con un tiro que Juan de Antón estrelló contra el poste.

A la vuelta de vestuarios la entrada de Dela permitió a los pupilos de Peque crecer en las segundas jugadas, lo que aumentó el número de llegadas. En la más clara de todas la madera también salvó al Villa de Simancas, y además por partida doble. El servicio de falta de Antonio Paz se topó con el travesaño, así como el rechazo posterior de un compañero.

Quedaba casi toda la segunda mitad por jugarse, y el Peñaranda mantuvo su intensidad con la esperanza de que esto le llevara hasta el empate. Pudieron conseguirlo Garrido y Antonio Paz, pero los vallisoletanos supieron sufrir. A falta de cinco minutos para la conclusión Miguel Ángel evitó la sentencia, pero nada pudo hacer al final del tiempo reglamentario ante un golazo de falta directa de Fer.