Cuando una vez disputadas las tres primeras jornadas el Santa Marta no había cedido ningún punto, el optimismo se apoderó de la localidad salmantina situada a las afueras de la capital charra. El juego, pero sobre todo los resultados, invitaban a pensar en la opción de aspirar a cotas mayores que únicamente la permanencia en la Tercera División. Sin embargo, una pésima racha de trece encuentros sin conocer la victoria bajó de las nubes a los tormesinos.

Al final de la primera vuelta los pupilos de Arturo Martín han recuperado sus buenas sensaciones y acumulan actualmente cuatro jornadas seguidas sin perder. De este modo el equipo es decimotercero con 21 puntos (5 victorias, 6 empates y 9 derrotas), aunque su ventaja con respecto al descenso es de solo seis unidades. Además, la amenaza de los arrastres no da opción a relajación alguna.

Dentro de la plantilla solo dos futbolistas han sido titulares en todos los partidos disputados. Montes es el dueño absoluto del lateral derecho y ha estado sobre el terreno de juego 1.781 minutos; o lo que es lo mismo, únicamente no ha disputado 19 minutos en lo que va de temporada. En cuanto a Lerma, es la gran referencia ofensiva del equipo al haber anotado 7 goles.

Precisamente en dicha faceta es donde más necesita mejorar el Santa Marta, que únicamente ha anotado 15 tantos en la presente temporada. De hecho solo superan en goles a favor al Atlético Bembibre, penúltimo clasificado. Por el contrario es el conjunto que menos encaja de la mitad baja de la tabla, algo a lo que han ayudado sus últimos cuatro encuentros dejando la portería a cero, liderados bajo palos por un gran Tommy.

De entre los 21 futbolistas que conforman la plantilla tormesina, únicamente Pablo no ha disputado ningún minuto en Tercera División, aunque ha estado varias jornadas en el dique seco por una lesión en el hombro. Una situación complicada para alguien que vive su primer año sénior, al igual que Ita, el otro jugador que todavía no ha formado parte de ningún once inicial.

Aun así, como podría esperarse en un club de cantera, la juventud no es ningún pecado. Lo demuestran Mario y Yago, también recién finalizada su etapa juvenil, al ir creciendo poco a poco con doce y nueve partidos en la categoría respectivamente. De su misma quinta son Morante y Óscar Poveda, cedidos por clubes de una división superior; el primero de ellos pertenece al Valladolid B, mientras que el segundo, al igual que Mito, es propiedad del Guijuelo.

Todos ellos pueden tomar como referencia a Chopi y Aarón, que al igual que varios de sus compañeros dieron el salto a la primera plantilla desde el equipo juvenil. Al fin y al cabo, curtirse en División de Honor frente a alguna de las mejores canteras del país allana el camino hacia la Tercera.