La cuesta de enero continúa haciendo estragos en el Universidad de Salamanca, que ha comenzado el año sin puntuar en ninguno de los dos partidos disputados hasta ahora. En esta ocasión cayeron con claridad frente al Curtidora Universidad de Oviedo, algo preocupante al apretarse por abajo la clasificación. De hecho, el conjunto charro aventaja en solo tres puntos a los puestos de descenso.

Las jugadoras salmantinas entraron al encuentro despistadas y su rival lo aprovechó. Construía con mucha facilidad el Curtidora, que mandó sin problemas en el marcador del primer set ante un Universidad de Salamanca que no encontraba el ritmo (19-25).

Con las asturianas más rodadas, el segundo parcial fue todavía más demoledor para las pupilas de Teresa Juanes. Remates a la red, golpeos fuera, saques fallados o indecisiones a la hora de atacar el balón provocaron una manga muy floja, quedándose muy lejos del Curtidora (15-25).

Necesitaba el Universidad de Salamanca encontrar esa chispa que le caracteriza y apareció a base de garra. Las locales encadenaron varias jugadas positivas, lo que les hizo soñar con puntuar e incluso ganar el partido pese a su mal inicio (25-20).

Las dudas se podían apoderar del cuadro ovetense, que veía cómo las salmantinas iban a más. Pero en cambio regresó la peor versión del cuadro universitario, que realizó su set más flojo al desconectar del encuentro tras un mal inicio de set (15-25).

La próxima semana el Universidad de Salamanca necesita frenar su caída, aunque tiene ante sí un escenario complicado para ello. No en vano se enfrentan al Aceites Abril, para lo que tendrán que desplazarse hasta Ourense en un viaje que arrancará a las 5 de la mañana. No es una situación nueva para el equipo charro, que la pasada campaña realizó aun así un partidazo. Por ello se desplazarán a tierras gallegas a por todas, con ganas de volver a disfrutar con su juego y evitar que el descenso se acerque todavía más.