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‘El rastro de la libélula’, un misterio en el Real Madrid con autoría salmantina

La novela, publicada por la editorial Grijalbo, muestra el lado más oscuro del deporte rey

Ejemplar de 'El rastro de la libélula'
Adrián A. García | 22 enero, 2020

En primer lugar y como es habitual en estos casos, ¿de qué trata el libro?

Pocos días antes de un Clásico, Jerónimo Contreras, la joven estrella del Real Madrid, desaparece. Nadie sabe dónde se encuentra, y descubrir su paradero se convierte casi en asunto de Estado. ¿Se ha marchado por voluntad propia? ¿Ha sido secuestrado? Giordano Merisi, un periodista italiano que está escribiendo en ese momento una biografía sobre el entrenador del club, se verá de repente involucrado en la investigación y pronto descubrirá que la explicación a la ausencia de Contreras va mucho más allá de lo que hubiera imaginado.

En las reseñas que he leído habláis de los trapos sucios de las estrellas deportivas y la impunidad que les rodea. ¿A qué os referís exactamente? ¿Creéis que cuando alguien es deportista de élite puede hacer y deshacer a su antojo y salir indemne de cualquier situación?

Por toda la atención (y el dinero) que se concentra a su alrededor, los futbolistas de élite tienen un poder increíble. Y como cualquiera, si cometen un error pueden tener la tentación de usar todo ese poder para corregirlo…u ocultarlo. Si a eso sumamos su edad, tenemos un cóctel perfecto para que tras la fachada de vida de lujo que llevan se puedan esconder todo tipo de secretos.

¿Cómo es el personaje principal?

Merisi es una persona corriente, un periodista que se dedica a «fabricar» libros, como le dice su propio hijo. En su caso, biografías de futbolistas, pero también podrían haber sido crónicas de cine o de gastronomía, sus dos grandes aficiones. Como su mujer trabaja fuera de casa, entre párrafo y párrafo tiene que llevar a los niños al colegio, hacer la compra, la comida… En esta rutina tan banal, de repente, ocurre algo tan extraordinario como la desaparición de Contreras y él, que justo tiene acceso privilegiado al vestuario del equipo, se mete casi sin quererlo en el asunto. Es un personaje con miedo, poco valiente, alguien muy parecido a cualquiera de nosotros.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se tendrá que enfrentar?

Quizá lo más difícil sea para él hacer malabarismos para avanzar en el caso Contreras al tiempo que mantiene su rutina habitual.

¿A qué se debe el título?

El tatuaje de una libélula es fundamental en la segunda parte de la novela, como una pista que hace avanzar la trama hacia su desenlace.

¿Qué pretendéis con la novela?

Que los lectores la disfruten, que la encuentren entretenida y que se metan de lleno en la investigación del protagonista. Tenemos un respeto absoluto por la inteligencia de los lectores, hemos tratado de no hacer una novela criminal llena de clichés. Si lo hemos conseguido o nos hemos quedado cerca, estaremos satisfechos.

En su día, cuando Philip Kerr publicó la serie de Scott Manson dijo algo así como que quería hacer que los hombres volvieran a leer y por eso eligió el fútbol como temática de sus novelas. ¿Pensáis igual? ¿Habéis elegido el fútbol por algo concreto?

El fútbol nos daba pie a hablar de la corrupción, de los bajos fondos y de todo lo que puede comprar el dinero. Al hacer trabajo de investigación para ciertos capítulos, nos hemos dado cuenta de que en algunos aspectos, incluso, nos estábamos quedando cortos.

¿’El rastro de la libélula’ es una novela única o tendrá continuación?

Esperamos que Merisi pueda continuar sus andanzas, y no necesariamente con otro misterio relacionado con el deporte rey. Pero para ello tiene que sobrevivir a los peligros que le acechan. ¿Será capaz?

Sé que no queréis desvelar vuestros nombres y actuáis bajo un pseudónimo, ¿a qué se debe este misterio?

Igual que se recuerda más al detective Maigret o al inspector Colombo que a sus creadores, nos parecía que en este caso era más importante el personaje y por eso nos hemos centrado en él. Al terminar la novela se comprende por qué la firma Giordano Merisi, el propio protagonista. En cualquier caso no estamos obsesionados con el anonimato, tarde o temprano terminaremos dando
la cara por Giordano.

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