Acabó el sueño copero de Unionistas. Sin embargo lo hizo con el equipo plantando cara hasta el final del tiempo reglamentario, y eso que en frente estaba todo un Real Madrid, que se clasifica a octavos de final gracias a un doblete de Brahim.

Avisaba en la previa del partido Jabi Luaces que el planteamiento no iba a diferir con respecto al del resto de compromisos que afronta habitualmente Unionistas. Y así fue, ya que los blanquinegros salieron a apretar a su rival en su salida del balón y cuando lo recuperaban intentaban construir.

La diferencia con respecto a otros días era que donde en otros equipos suelen aparecer fallos, el Real Madrid se mostraba impasible. Aun así tardó doce minutos en tirar por primera vez contra la portería local, con Vinicius estrellando el balón contra un defensa. También la barrera recibió un disparo solo dos minutos después en una peligrosa falta lanzada por James Rodríguez.

No hizo falta mucho más para que los madridistas se adelantaran en el marcador, al aprovechar una indecisión de la defensa en un envío al área que parecía controlado. Brais no pidió el balón, y en caso de hacerlo Góngora no lo escuchó, ya que el despeje del lateral se dirigió justo donde se encontraba Bale. El futbolista galés anotó sin problemas y de paso dejó a la grada en silencio.

Duró poco, porque Unionistas reaccionó de manera instantánea y forzó dos saques de esquina consecutivos con disparos desde fuera del área. En el primero de ellos Góngora obligó a una buena estirada a Areola y en el minuto siguiente era Javi Navas el que se topaba con un defensa.

Una vez superado el emocionante minuto 23, en el que la grada de animación cantó a pulmón vivo el himno de la desaparecida Unión Deportiva Salamanca, el choque tuvo unos momentos de impás. Pero el Real Madrid volvió a la carga y prácticamente de la nada generó dos llegadas peligrosas: Benzema se escurría dentro del área y estrellaba el balón en el lateral de la red, mientras que James alcanzaba la línea de fondo y sin ángulo remataba al larguero.

Antes del descanso Unionistas, que aprovechaba varios lances para dejar también detalles de calidad, cogió desprevenido al cuadro madrileño en un contragolpe de Javi Navas. Replegaron bien los visitantes, que aun así concedieron un saque de esquina en el que Garrido se internó hacia al área, aunque finalizó con un tiro muy desviado.

Los salmantinos comenzaron la segunda mitad con un tiro de Carlos de la Nava desde la frontal que fue frenado por la defensa. Y aunque una excelente combinación de pases volvió a demostrar la pólvora que guardaba el Real Madrid, la aparición salvadora de Brais ante un remate a bocajarro de James mantuvo en el encuentro al conjunto local.

La noche estaba saliendo casi a salir de boca para Unionistas, que por si fuera poco igualaba el encuentro tras una cabalgada de Álvaro Romero solo dos minutos después de ingresar en el campo. Al pequeño futbolista blanquinegro le doblaba por banda derecha Guille Andrés, pero decidió finalizar él mismo con un zurdazo inalcanzable para Areola.

La igualada tan solo duró cuatro minutos, ya que en una llegada por banda izquierda el balón se paseó por el área hasta que Brahim lo convirtió en gol, pese al esfuerzo de Góngora para que el balón no cruzara la línea. Ni con esas se vino abajo el cuadro charro, que a punto estuvo de devolver el empate al marcador en una acción similar a la de Álvaro Romero. Esta vez el protagonista fue Carlos de la Nava, aunque su disparo final sí lo pudo despejar Areola.

Los últimos coletazos de Benzema antes de ser sustituido dejaron dos remates insuficientes para sentenciar el choque. Y casi le cuesta caro al Real Madrid nada más entrar el partido en el cuarto de hora definitivo. Un centro raso de Góngora lo envió a córner Carvajal cuando varios futbolistas locales esperaban el balón para empujarlo. En la acción posterior a balón parado Carlos de la Nava ganó la partida a la zaga rival, pero salvaba Areola.

Quién lo iba a decir, pero el trece veces campeón de Europa sufría en Las Pistas, aunque en otra acción aislada casi logra la sentencia. El palo salvó un zapatazo tremendo de Brahim y en la continuación de la grada era Brais el que negaba la celebración madridista ante un disparo a bocajarro de Jovic. No fue hasta el añadido cuando respiró el Real Madrid, gracias al segundo gol de Brahim en un remate cruzado desde la derecha.