En caso de que alguno de sus integrantes hubiera soñado con despegar, Unionistas sufrió este domingo una derrota que le baja a la tierra, al devolverle a la posición de play-out. El conjunto charro acaba así una racha de ocho partidos invicto, viendo cómo es el Haro el que se aleja y se acomoda en la mitad superior de la clasificación.

Al cuadro blanquinegro le costó entrar en el partido, y hasta el ecuador del primer tiempo solo se acercó a la portería rival a través de faltas lejanas que colgaba Góngora sin encontrar rematador. Aun así, en ese tiempo tampoco sufrió en exceso Unionistas, salvo en un cabezazo de Ibrahima al borde del área pequeña que no consiguió coger portería. Previamente, el Haro lo había probado sin suerte en un intento de volea de Bueno y un disparo lejano de Corbalán, opciones ambas surgidas de sendos saques de esquina.

La primera ocasión clara de los salmantinos vino precedida de un error local, ya que Pirri quiso ceder de cabeza el balón a su guardameta pero acabó entregándoselo a Guille Andrés, cuyo golpeo de primeras se marchó desviado. Tras esa llegada se estiró Unionistas, que últimamente necesita poco para venirse arriba.

Mathieu, con un zurdazo a la media vuelta desde la frontal, obligó a Sobrón a realizar una buena parada junto al larguero para mantener la portería a cero. Y ocho minutos más tarde, el ex jugador de la Ponferradina alcanzaba línea de fondo y ponía un pase de la muerte para Carlos de la Nava, al que no dejó rematar con comodidad la zaga del Haro.

El sufrimiento de los locales no acabó ahí y el marcador inicial peligró bastante en los compases previos al descanso. Álvaro Romero pudo adelantar al equipo salmantino en un contragolpe, aunque el zaguero que le perseguía impidió que se acomodara el cuero a la pierna derecha mientras Sobrón cerraba la portería a su intento con la zurda. Además, en otro balón dividido Guille Andrés volvía a plantarse solo ante el guardameta jarrero, que salió con seguridad para atrapar el balón sin dar opciones al atacante blanquinegro.

El parón vino bien al Haro, que regresó al encuentro con aires renovados y cargó con fuerza sobre la portería de Brais, muy protagonista con dos buenas paradas sobre el ex unionista Manjón. Al principio el guardameta tapó con el cuerpo toda la portería en un mano a mano, mientras que unos minutos después respondía con una palomita a un testarazo a bocajarro.

A la tercera, Manjón se convirtió en asistente y ahí no pudo hacer nada Brais, que salió sin éxito para intentar evitar que el remate de Txema Pan sin dejar caer el balón se colara en su arco. El delantero local, que acababa de entrar al campo, hizo así su segundo gol de la temporada. También estuvo a punto de marcar casi al instante de abandonar el banquillo Valiño, pero se topó con la cruceta.

Salvado por la madera, Unionistas todavía tenía por delante once minutos para tratar de prolongar su racha de partidos invicto, pero la fluidez no era la de otros días. Con el balón en juego Óscar González no consiguió rematar un centro desde banda derecha de Guille Andrés, mientras que en el costado contrario Romero finalizaba una internada con un tiro muy desviado.

Ya en el añadido las opciones llegaron a balón parado, con sendas faltas lejanas de Góngora. En la primera de ellas el balón peinado acabó manso en poder de Sobrón, mientras que un minuto más tarde Óscar González no era capaz de controlar un envío que le dejaba mano a mano contra el guardameta. El Haro supo dormir el choque a la vez que finalizaba de ese modo una gran racha de Unionistas, que vuelve a conocer lo que es la derrota tras varios encuentros sin hacerlo.