Manuel A. Rodríguez demostró hace unos años que sí es profeta en su tierra, donde consiguió ascender a Liga Femenina 2 con el equipo de la Universidad de Salamanca. Sin embargo sus siguientes experiencias están siendo lejos de casa, actualmente en Rumanía, donde los días 15 y 16 de febrero el conjunto al que entrena disputará la Final Four de Copa.

No es la primera experiencia de este tipo para el técnico charro, ya que con el Skallagrimur islandés alcanzó la final de esa misma competición en el país escandinavo, algo que no había conseguido el club en sus cien años de historia. Esta vez Manuel A. Rodríguez dirige al Baschet Arad, con el que tiene un balance de 12 victorias y 2 derrotas desde que se sentó en su banquillo el pasado mes de noviembre.

En las eliminatorias previas el equipo del salmantino apeó en octavos de final al Targoviste y en cuartos de final al Olimpia Brasov. Ahora, en semifinales, el sorteo deparó que tendrá que enfrentarse al Târgu Secuiesc. “Llegamos con mucha ilusión. La Copa es un torneo muy intenso y que se vive con gran pasión por parte de los aficionados, patrocinadores, federación…Es el torneo donde más influyen las sensaciones y el estado anímico”, explica Manuel A. Rodríguez.

En caso de superar la eliminatoria, el Baschet Arad se mediría en la final al ganador del partido entre Agronomia Bucuresti y ACS Sepsi, gran favorito y anfitrión del torneo. No en vano, el club de la localidad de Sfântu Gheorghe ha ganado cuatro de las últimas cinco ediciones de la Copa y fue subcampeón en la que se le escapó. Además, ha encadenado cuatro títulos ligueros.

El ACS Sepsi cuenta en sus filas con la ex perfumera Chrissy Givens y este curso dejó fuera de la fase de grupos de la Eurocup a un rival de la talla del Galatasaray. De hecho, a punto estuvo de visitar Salamanca, algo que habría ocurrido de superar la primera eliminatoria contra el Artego Bydgoszcz, para lo que tan solo le faltó un punto. Todo esto demuestra el nivel del gran rival al que, salvo sorpresa, debería batir el Baschet Arad.

Pese a ello, Manuel A. Rodríguez afronta la Copa con esperanzas de dar la campanada. “Esta competición siempre depara sorpresas y estamos trabajando para poder ser la sorpresa positiva. Pero para eso tenemos muy claro que tenemos que continuar con nuestra hoja de ruta y eso nos lleva directamente a solo pensar y trabajar en el siguiente partido, nada más”, asegura el técnico charro.

No obstante, antes de pensar en esa posible final, el Baschet Arad necesita superar la semifinal frente al Târgu Secuiesc. “Todo el equipo tiene muy claro que debemos jugar contra todos con un gran respeto, sabiendo que hay que dar lo mejor de nosotras o no tendremos ninguna oportunidad”, considera Manuel A. Rodríguez. Una filosofía que el entrenador salmantino define en una sola frase: “Cuando las arañas tejen juntas, pueden atar a un león”.