El inciso del Hergar en la aventura estadounidense de Alonso Rodríguez
El delantero charro se marchó hace un año y medio a la Fort Hays State University. Ahora ha regresado y ha fichado por el equipo de Regional Aficionados para no perder la forma y nos cuenta cómo está viviendo la experiencia en Estados Unidos

¿Qué tal te estás encontrando tras tu llegada al Hergar?
Me acogieron bastante bien, el vestuario es muy atento, los compañeros son bastante simpáticos y la verdad es que la llegada fue bastante acogedora, no tengo nada de lo que quejarme. En lo personal me encuentro muy bien, lo único malo fue la lesión del primer partido en el que casi no pude disputar minutos y ahora que me voy encontrando poquito a poquito mejor, pues fenomenal.
¿Cómo estás viendo al equipo?
Creo que el equipo tiene una calidad que está muy por encima que la posición que tiene en la tabla. Me parece que está bien compensado, hay un muy buen medio del campo, gente arriba que es peligrosa y a lo mejor lo que falta es un poco de gol. Los partidos que yo he vivido puedo decir que en ambos hemos sido superiores al rival, a rivales que se supone que son mejores que nosotros, pero que a la hora de la verdad, en el cara a cara, eran peores. Creo que la situación que se está viviendo ahora se irá remontando con el tiempo, al final las ligas son carreras de fondo, no vale el cómo estés ahora, vale cómo estés en mayo.
El domingo anotaste tu primer gol, ¿qué crees que le puedes aportar al equipo?
Le puedo aportar un plus en ciertos aspectos. Obviamente tener una referencia arriba que es lo que se me da más o menos bien, o eso intento. También tengo cierta experiencia, he jugado en categorías que me han curtido lo suficiente y sobre todo ahora a la vuelta de Estados Unidos he vuelto en un estado físico del que nunca he gozado aquí en España. Al fin y al cabo como delantero lo que debería aportar son goles, que es para lo que se me ha fichado, pero si no los meto yo y consigo que algún otro compañero los meta o los meto yo directamente, mejor que mejor.
Has aterrizado este invierno después de tu estancia en Estados Unidos, ¿hasta cuándo estarás aquí?
Estoy de paso en España. En realidad yo vuelvo a Estados Unidos en agosto, aún me queda por determinar dónde porque voy a cambiar de equipo y ahora ya estoy recibiendo una serie de ofertas que veré cuál es la que más me conviene a mí, pero mi estancia en España va a ser corta.
La temporada de soccer en Estados Unidos termina en invierno, ¿ha sido eso lo que te ha impulsado a regresar? ¿Cómo lo has gestionado? ¿Y cómo has acabado en el Hergar?
La temporada en Estados Unidos acaba en invierno, es cierto, pero también es verdad que la carga es brutal porque se juegan dos partidos como semana, es como si estuvieras jugando liga y Champions durante cinco meses seguidos. Tienes mucha carga, muchos entrenos, que es algo difícil de gestionar a veces y se termina muy rápido porque luego llega el mal tiempo. No he venido por ese tema, es por un tema personal, simplemente había pedido la carta de libertad para marcharme a otra universidad, para buscar otro sitio donde ir porque quería buscar un nuevo desafío dentro de la liga universitaria de allí y durante unos meses voy a estar aquí.
A la vez hago clases online de la universidad a la que he asistido durante este año y medio y creo que la mejor forma para mí de mantenerme un poco en forma y de seguir teniendo un cierto nivel futbolístico, al menos no quedarme parado, era jugando para cualquier equipo. Yo lo que quería era competir. Un día fui a comer con Mongil, me dijo que necesitaban un delantero y se dio la casualidad porque no sabía que me iba a quedar. Una vez dicho esto nos pusimos manos a la obra, me recibieron superbién, en cuanto pude firmé y ahí estamos, a ayudar en lo que se pueda al equipo y a cumplir el objetivo de mantener la categoría que creo que se va a cumplir.
«El binomio deporte-universidad es muy importante y es un privilegio que todos los españoles que vayan a Estados Unidos tienen que aprovechar y agradecer»
¿Cómo estás viviendo tu experiencia en Estados Unidos?
Espectacular. Echo bastante de menos estar allí. El nivel de profesionalidad que tienen, de infraestructuras, de instalaciones, de competitividad, de buen hacer…Todo está bien organizado, nunca en mi vida había viajado a otra ciudad y me había quedado en un hotel tres días hasta jugar el partido y eso es algo que para mí es rutina cada dos semanas. Por un partido de fútbol nunca me había tocado viajar en avión y lo he hecho, la mayoría de los campos están muy bien cuidados, están muy bien trabajados. Además, como el fútbol ahora está emergiendo allí todo es más moderno, los gimnasios son modernos, el nivel de trabajo y cómo te cuidan es increíble… Cualquier persona que tenga la mínima oportunidad de ir se lo recomiendo totalmente porque me parece que es una experiencia única y creo que es algo superenriquecedor y no solo por el hecho de seguir compitiendo a buen nivel.
¿En qué universidad/equipo juegas?
Fort Hays State University (Hays, Kansas). Tiene un campus alrededor de 15.000 estudiantes y ahora mismo tiene un nivel bastante prestigioso dentro del soccer porque el primer año que estuve conseguimos casi el triplete: ganamos la conferencia, la región y caímos en las semifinales nacionales. Llegamos a la Final Four, que es algo muy complicado. Ese año jugando la Final Four es probablemente lo más parecido a ser futbolista que vaya a vivir en mi vida: llegar en avión privado al aeropuerto, que te recogiera un bus y te escoltara la policía hasta un hotel, que retransmitieran tu partido en directo y te grabaran incluso las cámaras dentro del vestuario… Fue algo increíble. Lo que pasa es que en nuestra generación la mayoría eran mayores, hemos cumplido un ciclo, yo quería nuevos desafíos y por eso decidí marcharme de esta universidad.
¿Con qué nivel de soccer te has encontrado?
Sorprendente. Yo no esperaba que fuera a ser tan bueno. Al principio vas con la confianza de decir que en España hay mejor nivel que en Estados Unidos, pero no te encuentras solo con estadounidenses, sino gente como tú que va desde otros países, que ha tenido buen nivel de fútbol base y se convierte en un nivel competitivo muy alto: gente de Italia, Inglaterra, Argentina, Paraguay, Colombia, Francia… Normalmente tenemos la expectativa de que vamos a encontrarnos a mucho jugador norteamericano y eso nos confunde un poco.
Es verdad que cuando te enfrentas con ciertas universidades que tienen menos capacidad económica o que son muy pequeñas, el nivel que te ofrecen no es muy bueno porque tienen ciertas limitaciones, pero en el momento en el que te encuentras con universidades que tienen buen nivel económico y académico, que es algo que atrae mucho a los jugadores, ves que se pueden permitir traer jugadores igual que tú o mejores, de academias y de canteras como el Barcelona, el Atlético de Madrid o el Real Madrid, y de nivel internacional. En mi equipo tuvimos a un delantero muy top que jugó en la base de un equipo de la MLS y que fue internacional sub19 con Colombia. Ese chico tenía unas tablas y una experiencia que hacían que impusiera muchísimo en el campo, desde luego. Y no solo eso, sino que en dos temporadas metió más de 40 goles y no era casualidad.

¿Cómo ha sido tu evolución como futbolista desde que te marchaste del División de Honor del Santa Marta hasta este momento?
Creo que ha sido un poco distinta a lo que suele tocar. Me vino bien buscar esta opción de irme a Estados Unidos porque aquí me hubiera truncado más o no hubiera tenido esa motivación para seguir jugando al fútbol. Allí, además de que el nivel fuera sorprendente, el nivel físico es otra historia. Evolucioné bastante en cuanto al apartado de ser una persona atlética. La preparación física la llevan a rajatabla, gané peso, velocidad, explosividad… Y eso me dio ciertas ventajas con las que de pequeño durante mis años de fútbol base jamás he contado. Yo era un chico bajito y delgado que tenía que buscarse un poco la vida trabajando duro, esforzándome mucho, pero nada más y encontré esa evolución física que jamás me esperé.
También hubo una evolución en cuanto a adaptación porque el fútbol de allí es muy distinto al de aquí. Aquí el fútbol es más de toque, de jugar con balón y allí es un fútbol mucho más difícil de gestionar porque es muy inglés, muy ‘box to box’, muy físico y había que adaptarse cuanto antes. Creo que a lo mejor no he mejorado técnicamente, por lo menos no lo noto así, pero sí noto que he aprendido a adaptarme a las circunstancias, que eso para los futbolistas es muy importante. A veces no se busca al mejor técnicamente, a veces se busca al que más capacidad de adaptación tenga.
Cuando compruebas cómo funciona el binomio deporte-universidad en Estados Unidos, ¿echas de menos que en España no se lleve a cabo algo similar?
En España hablar de esto es una utopía, sobre todo por la cantidad de clubes que hay independientes de las universidades y sobre todo por la falta de financiación con la que cuentan las universidades, porque la mayoría son públicas y dependen del Estado y es bastante difícil que el Estado pudiese poner la cantidad de dinero que se pone en Estados Unidos para promocionar el deporte. Creo que ese binomio es fundamental, sobre todo en Estados Unidos, para que personas que no cuentan con los recursos necesarios puedan tener unos estudios decentes y la oportunidad de entrar en el mundo laboral a través del deporte. La gente entiende que se dé becas a gente con buenas notas o gente brillante, pero ser bueno en deporte también es muy difícil y creo que el binomio universidad-deporte te asegura que si ese atleta no va a ser capaz de llegar a nivel profesional en su deporte, al menos va a tener un grado, va a contar con una carrera universitaria y va a poder sumergirse en el mundo laboral, que no es poco.
Me parece que si habláramos de esto en España sería una utopía, pero si hubiera alguna posibilidad y si algún político lo planteara tendría mi apoyo porque ayuda y motiva a los deportistas a seguir estudiando. Muchos cuando llegan a cierto nivel profesional les cuesta ir a clase o simplemente no pueden ir porque no se pueden gestionar el tiempo entre viajes y entrenos y a los profesores no les importa que esa persona pierda clase porque no tiene nada que ver con la universidad, así que acaban decidiéndose por intentar cumplir el sueño de ser profesional, pero de repente se puede truncar y ni universidad ni profesional de ese deporte. Creo que es muy importante este binomio y sobre todo creo que es un privilegio que todos los españoles que se vayan a Estados Unidos tienen que aprovechar y agradecer porque allí sigues teniendo las mismas oportunidades de ser profesional como de ser graduado.
Deja una respuesta