Pablo Espina se encuentra en estado de gracia. Todo lo que toca el atacante ovetense se convierte en oro y su equipo lo agradece con una nueva victoria en el Municipal. La Cultural Leonesa ha sido la última víctima de un Guijuelo que acumula siete partidos consecutivos sin caer como local.

Los primeros minutos empezaron eléctricos con llegadas de los dos equipos. Menudo lo intentó al minuto y medio con un disparo seco que atajó Guille Vallejo, mientras que Cristóbal Gil estuvo a punto de inaugurar el marcador al cinco de juego con un tiro que se marchó rozando el poste.

La igualdad fue la nota dominante durante la primera mitad, aunque sí es cierto que con el paso de los minutos era el Guijuelo el que daba más sensación de peligro cuando merodeaba el área de Leandro. En el 25, Cristóbal Gil gozó de la oportunidad más clara tras un pase de Pepe Carmona, pero su disparo franco con la zurda se marchó cruzado.

El encargado de romper el partido fue un pletórico Pablo Espina. El asturiano se ha convertido en el líder del Guijuelo y en dos minutos dejó el choque muy favorable a los suyos. El primer zarpazo llegó en el 34 con un zurdazo desde la frontal que entró ajustada al poste, y el segundo, apenas dos minutos después con la culminación de una gran jugada colectiva de los chacineros.

Con ese 2-0 comenzó la segunda mitad. José Manuel Aira movió ficha y dio entrada a Kawaya y Dani Pichín buscando más velocidad en el ataque. Sin embargo, la primera de este segundo periodo fue para los locales con un disparo de Andi Bogdan desde la frontal que tocó en la defensa y se marchó lamiendo el poste.

Posteriormente, Leandro se hizo grande en el 59 para impedir que Pepe Carmona hiciera el tercero en un mano a mano. Y tres minutos después, la sentencia. Jugada de estrategia en un córner para Pablo Espina, que recibe en torno al punto de penalti y ejecuta una gran volea que da en el larguero y bota dentro de la portería. Hat-trick para el ovetense y cambio para que se llevara la ovación de un Municipal entregado a su goleador.

Con el partido resuelto, la última media hora no tuvo emoción alguna. La Cultural Leonesa lo intentó, pero no era su día en ataque y la zaga chacinera apenas concedió opciones. Por su parte, el Guijuelo se dedicó a controlar el juego y a profundizar cuando tenía espacios. Así pudo estrenase Urko Vera en los últimos minutos, pero Leandro lo impidió en dos llegadas claras. El descuento visitante llegó por mediación de un desvío de Jonathan hacia su propia portería en el 84. No hubo tiempo para más. Tres nuevos puntos para un Guijuelo que ya solo mira hacia arriba.