La mitad del colchón con el que contaba el Peñaranda al frente de la Regional de Aficionados e ha esfumado este domingo, en la visita del conjunto charro al Fabero. Los leoneses sacaron partido del mal estado del campo, al que están acostumbrados, y se llevaron por la mínima un partido con pocas ocasiones para poner tierra de por medio con respecto al descenso directo.

En un encuentro tan cerrado era importante no perdonar, pero los pupilos de Peque lo hicieron hasta en tres ocasiones. Además, en la primera parte el colegiado les anuló un gol que podría haber cambiado el signo al choque.

Por si fuera poco, a falta de 22 minutos el cuadro local se adelantó en el marcador y supo aguantar el resultado hasta el pitido final. Lo hizo además sin demasiadas apreturas, ya que prácticamente no se jugó nada más en ese tiempo, algo a lo que ayudaron los continuos balones que se colaban en el campo cada vez que se detenía el juego.