Si no fuera por la novedad de la salida de los niños y que eso nos hace pensar que el final de esta pesadilla está más cerca, la situación que estamos viviendo sería como la de la película ‘Atrapado en el tiempo’, que conocemos más como ‘El día de la marmota‘, en la que cada vez que se despierta el protagonista se repite el día y así una y otra vez. Hay días, muchos, en los que tengo que pensar y mirar el calendario del teléfono para saber el día en el que estoy, tengo la impresión de que no soy el único al que le pasa…

Ya os comenté que soy de los privilegiados, sigo trabajando, aunque estoy en casa y solo voy cuando me llaman para notificaciones, carteles o lo que sea menester. El sábado me avisaron a mediodía para poner unos carteles por las calles con las normas de las salidas de los niños y me hizo mucha gracia cuando me preguntó Conchi, la alcaldesa, si tenía tiempo para salir, aunque fuera fin de semana. Pues de eso es de lo que más tengo últimamente, le contesté, y hasta agradecido que estuve porque era la manera de andar un poco y estirar las piernas después de la tarea deportiva hecha a primera hora.

Y el domingo fue el gran día de los niños. Estoy seguro de que algunos ni durmieron esa noche, como si fuera la víspera de los Reyes Magos, pensando en la salida y lo que iban a hacer. También les pasaría a los padres, pero por otro motivo, ¿a dónde ir, qué hacer, cuánto es un kilómetro, cómo reaccionar si se cruzaban con otros niños?

Estuve toda la mañana pendiente por la terraza para ver a los niños y si pasaba alguno conocido, pero se ve que eligieron otros sitios por los que dar el paseo y lo entiendo, porque para ver casas ya han visto bastantes durante estas semanas y más teniendo en cuenta que aquí, quien más y quien menos, con el kilómetro de radio podía pasear por las afueras y ver campo, río o árboles.

No voy a entrar en las polémicas de las imágenes en las redes sociales y si se han respetado las normas o no en otros sitios porque…prefiero mantener la calma. Solo diré a este respecto, que en esta situación que vivimos me da la impresión de que la culpa no solo es de unos, hay para repartir.

El martes de la semana pasada, con el artículo ya enviado, hice dos horas y cuarto de ‘carrera’ con sus respectivos ejercicios y hubiera podido hacer más, por fuerza y sobre todo por ánimo, supongo que resultado de las endorfinas producidas. Pero no es cuestión de pasarse porque en esas situaciones suele ser cuando aparecen las lesiones, las roturas, por sobreesfuerzo o estrés.

Si hace unas semanas me dicen que hubiera corrido ese tiempo, incluso sabiendo que sería a ritmo bajo, habría dicho que no, que imposible hacer tanta carrera continua, pero como acabé por deducir estos días de atrás y os vuelvo a repetir, no hay nada como el descanso y el tiempo libre para lograr metas deportivas.

Y el sábado ya terminé de liarme la manta a la cabeza y me metí dos horas y media para el cuerpo, dos de carrera y media de ejercicios para subir las pulsaciones cada cuarto de hora. Por cierto, qué bien viene la radio para estas tiradas extralargas.

De bici, sigo con mis habituales dos horas y cuarto de rodillo para ejercitar las piernas pedaleando y sudar de lo lindo mientras veo algo en la tele para estar entretenido. Si las cosas van por buen camino nos queda solo esta semana de actividad en casa porque, y esa es la novedad que se avecina, si no hay ningún cambio más, el sábado podremos salir a hacer deporte, ya veremos en qué condiciones. 

En carrera me da un poco igual y creo que a los demás también, con que nos dejen una hora tenemos más que suficiente para nuestras rutinas, pero en el tema de la bici, y lo siento si parece pretencioso por mi parte, una hora no es nada y en otra situación ya os digo que para ese tiempo ni saldría. Pero ahora mismo y por lo menos para matar el gusanillo y poner de nuevo las máquinas en movimiento habrá que conformarse. Eso sí, media hora en lo que calientas y vuelta a casa, es lo que hay, o la opción de calentar en casa con el rodillo y después salir a rodar con ganas durante esa hora, ya iremos viendo.

Una cuestión más. En estas primeras salidas tengamos un poco de cuidado porque correr o hacer rodillo en casa no es lo mismo que hacerlo fuera. De menos a más, sin querer darlo todo el primer día y sobre todo respetando las normas que nos pongan. Seamos serios, tengamos en cuenta lo que estamos pasando y que no nos tengan que echar en cara a los corredores y ciclistas que lo hacemos mal.

Además, por fin podremos también dar paseos y eso sí que es bueno para todos en general. Ana está deseando que llegue ese día para poder volver a dar nuestros paseos vespertinos que eran ya una costumbre cuando yo llegaba de trabajar. Así que de nuevo volveremos a pasear por los alrededores del castillo y saludaremos, porque no se puede hacer más, que quede claro, a amigos y vecinos que hace tiempo con los que no nos cruzamos. Nos vemos en las calles.

Buena semana, amig@s.