La temporada pasada el Peñaranda cerró la liga con una celebración, al asegurarse frente al Ribert la segunda posición en la tabla, aunque finalmente el ascenso de categoría no pudo darse. Sin embargo, este curso el último encuentro del conjunto morado se resolvió con un empate contra el Mojados, sin saber que unas semanas después se certificaría su regreso a la Tercera División.

Desde la última vez que los peñarandinos estuvieron a ese nivel han pasado 55 años, por lo que casi podría decirse que es para ellos un territorio nuevo. Y por eso, el club ya trabaja en preparar la próxima campaña, en la que lógicamente el objetivo será la permanencia.

La directiva que preside Carlos Leonardo se ha asegurado para ello la continuidad del convenio con el Ayuntamiento, lo que unido al apoyo de varias empresas de la localidad garantiza que el Peñaranda pueda competir en Tercera División con total seguridad. Una competición, eso sí, que vive sumida en un mar de incógnitas, ya que no se conoce cuándo arrancará, la composición de los grupos e incluso si podrá acudir o no público a los campos.

Todas esas dudas afectan al mercado de fichajes, una situación que no debería afectar en exceso al club charro, que tiene previsto mantener a casi toda la plantilla, a la que un año más entrenará Peque. Además, la directiva ya ha avanzado en la búsqueda de incorporaciones y podría tener varios fichajes casi cerrados, aunque no se anunciarán nombres hasta el mes de julio.

En el capítulo de bajas, por ahora solo se conoce la de Garri, aunque pase lo que pase será la más importante. No en vano, el delantero ha conseguido anotar 33 goles entre sus dos temporadas en el equipo, números que le han valido para dar el salto a un club con un potencial mayor que el Peñaranda.