Parece que volvemos a las rutinas
‘Lo que da de sí una tirada larga’

En esta ocasión voy a comenzar escribiendo sobre la actividad de carrera, de la que últimamente solo cuento los problemas que tengo con la alergia y que parece, como esperaba a estas alturas, comienzan a remitir.
El jueves tocaba la media hora por asfalto, pero lo cambié por caminos de tierra porque quería probar unas zapatillas que había comprado el lunes en una tienda nueva del centro comercial y en la que cuando entré por echar un vistazo, resulta que había una liquidación por cambio de modelos y el precio era irresistible. Manera de, por fin, renovar mis ‘Brooks Ghost‘, que ya estaban casi lisas de los kilómetros que tenían pero que me daba pena quitar porque me han resultado comodísimas.
No nos engañemos, esto de practicar deportes es caro, a veces muy caro, y más sí, como en mi caso, a la carrera se le añaden la bici y la natación y además, como ya os he comentado en alguna ocasión, de los tres deportes tengo también en Cádiz equipaciones completas, incluidos hasta neopreno y bicicleta BTT. Aunque he de decir que allí casi todo es de lo que voy renovando, siempre y cuando se pueda seguir usando porque estas últimas zapatillas va a ser que no.
En el caso de las bicis, que son el material más caro de los deportes que practico, tanto la de carretera como la BTT que tengo en Cádiz las cogí usadas. La de carretera, de un hotel de Chiclana que cambiaba las que alquilaba, y la BTT, de un ‘pro’ de esos que cambian de modelo cada poco y las dejan prácticamente nuevas y hasta mejoradas. En los dos casos, a pesar de ser usadas las compré en tienda porque, además de muy bien de precio, venían revisadas y con garantía. También con papeles, importantísimo aunque se compren a un particular, porque así sabes cuál es su origen y que no estás favoreciendo el mercado de bicis robadas que a veces se ofertan por Internet.
Esta semana pasada a un conocido le robaron la bici que le había vendido un compañero del club y seguro que ya está ofertándose en algún sitio a buen precio para darle salida cuanto antes.
Volvamos a las zapatillas. Después de las bicis son lo más caro y siempre estoy atento a rebajas o liquidaciones de modelos, porque es la manera de ahorrar un buen dinero y más, como en mi caso, si tienes distintos pares para asfalto, mixtas y trail. Pues lo dicho, cogí unas ‘Joma Storm Viper‘ con un 65 por ciento de descuento, una ganga que no podía dejar pasar, las zapatillas más económicas que he comprado. Además, llevaba tiempo con ganas de probar esa marca porque las críticas son muy buenas y se fabrican en España. El problema era que en Salamanca los modelos de carrera eran difíciles de encontrar, hasta ahora que hay tienda oficial.
Me las puse un par de días para andar y así ‘domarlas’, como hago siempre cuando tengo unas nuevas. Noté que la derecha en las bajadas me rozaba un poco la uña del dedo gordo debido a que coincidía con un refuerzo más duro. Las dejé una noche con una horma casera, unas latas de conserva metidas a presión para dar un poco de sí el material y evitar problemas, y perfecto. A algunos seguro que os hace reír lo de las latas, pero tenedlo en cuenta porque es un remedio muy efectivo.
El jueves las probé corriendo, la primera vez siempre en la salida corta, y tal y como aparecía en los comentarios, tarda unos minutos en calentarse el material y después son muy cómodas. Ayer lunes hice la tirada larga con ellas y las sensaciones fueron todavía mejores, me han sorprendido muy gratamente. Tengo la impresión de que va a haber más de esa marca en el futuro, por prestaciones y por precio.
Y el sábado, salida de bici de carretera y por primera vez en cuatro meses, acompañado. Puse en el grupo que salía a las 7:00 y a esa hora me escribió Florián, que si le esperaba un poco, tenía que dar el biberón al niño pequeño, me acompañaba. Así que a las 7:30 ruta por Peñaranda y Alaraz, 73 kilómetros. Se me hizo corta con la compañía y sobre todo porque no paramos de hablar durante las tres horas. Entre otras cosas hablamos de luces y llego a casa y resulta que la llevaba apagada porque se me había olvidado encenderla y Florián no me había dicho nada porque él pensaba que se habría gastado la batería. Sin comentarios.

Dos chicas del grupo de iniciación a la carrera, Rosa y Loles, ese mismo día participaron en la carrera ‘ponle freno’, que en esta ocasión era virtual y en la que cada uno hacía los kilómetros por donde quisiera y después compartía el recorrido en la red.
Parece que ahora sí que sí vamos volviendo poco a poco a la rutina, aunque he de decir que me da miedo lo que pueda ocurrir con los movimientos que se produzcan de unos sitios a otros y, sobre todo, pasar aquí de la fase 2 a la ‘normalidad’ de golpe, aunque también entiendo que hay que activar la economía cuanto antes. Un lío.
En nuestro caso, por estas fechas siempre pasamos unos días en Cádiz, pero lo hemos pospuesto unos días para ir a ver a la familia con más tranquilidad y, sobre todo, viendo cómo se van desarrollando los acontecimientos y sabiendo a qué atenernos. Llevamos sin ir desde carnaval y por aguantarnos un poco más no pasa nada.
Buena semana, amig@s.
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