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Se cumplen 25 años del ascenso conseguido en Albacete por la Unión Deportiva Salamanca

El 27 de junio de 1995 el equipo charro remontaba con un 0-5 la derrota sufrida unos días antes en el Helmántico y regresaba a la máxima categoría del fútbol español

Estadio Carlos Belmonte, donde la UDS consiguió el ascenso hace 25 años / Foto: Albacete Balompié
Ricardo Alonso-Bartol | 27 junio, 2020

Varias generaciones de charros tienen marcado algo que ocurrió a casi 500 kilómetros de su casa un 27 de junio de 1995, día en el que la Unión Deportiva Salamanca ascendió a Primera División del que se cumplen este sábado 25 años. Nunca lo olvidarán por lo que ese logro significaba, el regreso del equipo de la ciudad a la máxima categoría del fútbol español once temporadas después, pero sobre todo por la manera en que se consiguió.

Enfrente estaba el Albacete, que afrontaba la eliminatoria de promoción con la intención de mantenerse en Primera División. Los salmantinos intentaban arrebatarle dicho lugar después de haber acabado cuartos en liga, pese a ser un recién ascendido que el año anterior había jugado en Segunda B.

El reto era complicado, porque los manchegos tenían entre sus filas a jugadores de la talla de Molina, Santi Denia, Morientes o Dertycia, entrenados por Benito Floro. Además, en el encuentro de ida, disputado en el Helmántico, habían ganado 0-2 con tantos de Bjelica y Zalazar. El cuadro charro necesitaba por lo tanto una remontada muy complicada que consiguió de un modo heroico.

El partido transcurrió igualado hasta los últimos compases del primer tiempo, cuando en una falta escorada Martín Vellisca mandó el balón al segundo palo, lugar en el que apareció Torrecilla para adelantar de cabeza a la Unión Deportiva Salamanca. Cinco minutos después, el árbitro Brito Arceo señaló el descanso.

Los pupilos de Juanma Lillo habían recorrido la mitad del camino que hacía falta para igualar la eliminatoria, aunque quedaba la parte más difícil. No en vano, se la estaban jugando en casa de un rival de mayor categoría, que demostró su pólvora poniendo a prueba a Olabe en varias ocasiones.

Los minutos transcurrían bajo una intensa lluvia y aunque la ilusión seguía intacta, parecía que la UDS iba a morir en la orilla. Sin embargo, cuando el tiempo añadido rondaba los cinco minutos, un centro muy lejano de Sito lo cabeceó a la red Urzaiz, que aprovechó una mala salida de Molina.

Forzar la prórroga hizo que las tornas cambiaran, porque además en la jugada que precedió al segundo tanto, el Albacete se había quedado con uno menos debido a la expulsión de Manolo. Y de qué manera la historia dio un giro radical, porque en el tiempo extra hubo que esperar poco para que se culminara la remontada charra. Otra vez con la testa y a balón parado, en un saque de esquina que botó el ya fallecido Antonio Díaz y que Urzaiz convirtió en el tercer tanto de la noche.

Todavía faltaban 25 minutos para que la fiesta del ascenso empezara, pero la UDS no quiso esperar y el tiempo restante fue ya una celebración blanquinegra, que redondeó la noche con una manita. Antonio Díaz culminó un contragolpe para hacer el cuarto, mientras que el quinto gol reflejó el sentimiento de miles de salmantinos, al empujar Martín Vellisca el balón a la red mientras alzaba los brazos, como el ciclista que entra en meta sabedor de la gran victoria que acaba de conseguir.

En los años posteriores vinieron más partidos inolvidables, como el ascenso en Vitoria, los seis goles contra el Valencia, la noche de reyes frente al Barcelona o el día en que cuatro goles de Vieri no le sirvieron al Atlético de Madrid para puntuar ante el conjunto charro. Sin embargo, nada de eso habría ocurrido de no ser por lo que se vivió en Albacete.

Así recuerda el partido Balta.

Así recuerda el partido Torrecilla.

Así recuerda el partido Urzaiz.

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