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Cambio de aires

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 7 julio, 2020

Y tanto que iba a ser una semana diferente. Para empezar llevaba algunos días ‘rumiando’ una idea, la comenté en el Ayuntamiento, la estudiaron y les pareció que podía ser factible. Hay que ir retomando actividades poco a poco, pero sobre todo guardando las medidas de seguridad necesarias para que no haya problemas con la Covid-19.

Abrir las piscinas no ha sido posible, pero quería que pudiéramos hacer alguna actividad física con los que suelen hacer gimnasia durante el año y ‘aquagim’ en verano. La idea es dar gimnasia de mantenimiento con un número reducido de participantes, previa inscripción, posibilitando guardar la distancia, al aire libre, sin contacto físico, usando la mascarilla si fuera necesario, por supuesto que con un número reducido de participantes y sobre todo siendo responsables.

Así que esta semana retomaremos las sesiones de gimnasia de mantenimiento teniendo en cuenta estos protocolos de prevención, los martes y jueves de 10:00 a 11:00 horas en el césped de la piscina, aprovechando que está cerrada y que es un sitio amplio con sombras y fresco.

Además, el césped está impecable, puesto que hay que seguir manteniéndolo para que no se eche a perder a pesar de que no estén abiertas. Cuando se publique este artículo habremos tenido la primera sesión y la semana siguiente os contaré cómo ha ido todo.

Espero que seamos muy responsables porque de lo contrario seré el primero que dé por finalizada la actividad. Hay quien me ha dicho que para qué me meto en líos con lo tranquilo que podía haber tenido este verano sin piscina, pero, como habréis comprobado semana a semana, no soy de los que se quedan quieto, salvo para descansar o pensar en nuevos proyectos.

Otra de las novedades fue que el jueves, al acabar el trabajo, nos bajamos a Cádiz para ver a la familia de Ana después de más de cuatro meses. Yo regresé ayer lunes y Ana se quedará todavía unos días más para estar con su madre. Y como era jueves tocaba tirada corta, media hora de carrera que no iba a dejar pasar, más que nada porque me iba a venir bien para estirar las piernas después del viaje. Así que dicho y hecho, al llegar, carrera por el paseo marítimo, pegado al carril bici para evitar a los paseantes y vuelta por una avenida interior buscando la sombra porque notaba mucho la humedad e iba sudando la ‘gota gorda’. Acabé empapadito pero satisfecho porque, además, creo recordar que es la primera vez que salgo a correr el mismo día que viajo y había que probarlo.

Como me suele pasar allí, dormí a ‘pierna suelta’ y no me levanté hasta las nueve de la mañana. Tenemos unos amigos de Madrid, Ana y Orencio, a los que también les pasa y al parecer es por la diferencia de presión atmosférica, aunque también creo que estar sin preocupaciones durante unos días ayuda bastante. Para alguien que entra a trabajar ahora a las 7:00 y no necesita poner el despertador, es una sensación muy agradable quedarse en la cama hasta ‘tarde‘.

Esta vez no voy a coincidir con ellos porque llegan unos días más tarde a pasar las vacaciones con el padre de ella, ‘Chinda’ (Chindasvinto, como el rey godo), que a sus más de 90 años sigue viviendo solo y metiéndose en el tren para bajar a Cádiz.

Sábado, ruta de bici a San Fernando y Chiclana por caminos. Salí pronto para que cuando soplara fuerte el levante, qué bien vienen las aplicaciones meteorológicas, ya estuviera de vuelta y lo logré. He ido observando estos años que si va a hacer levante, este comienza a ser más fuerte un par de horas después de amanecer, así que a las 7:30 horas en ruta y tal como preveía, cuando subió la intensidad ya estaba de vuelta. Algo más de 3 horas, 65 kilómetros y sudando por la humedad. Merece la pena el paseo por los esteros (donde se practica la pesca artesanal y están las salinas) porque se ven muchísimas aves que aquí no hay, como los flamencos de la foto.

Domingo, no tocaba porque siempre es en lunes, pero hice la tirada larga. Pocas veces, muy pocas, contadísimas, he corrido el día después de hacer bici porque siento las piernas cargadísimas al hacerlo. Si fuera al contrario, bici después de correr no me plantea ningún problema y hasta puede resultar positivo para ‘soltar’, pero en esta ocasión estaba descansado, podía hacer un esfuerzo extra y así el lunes, que tocaba vuelta, ya tendría el trabajo hecho y más viendo la previsión de altas temperaturas para Alba. Eso sí, sufrí más de la cuenta por la humedad, qué manera de sudar, como las primeras veces que bajaba, y creo que es por los meses que han pasado desde la última vez, el cuerpo se desacostumbra.

Y el lunes, antes de poner rumbo a casa, me dio tiempo a bajar a la playa para nadar casi una hora, aprovechando que el mar estaba calmadísimo y la temperatura ideal para no utilizar neopreno, qué diferencia con el río. Coincidí con una escuela de triatlón y daba gusto ver a los chavales entrenar en el agua. 

Buena semana, amig@s.

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