Tras conseguir tres títulos de liga consecutivos (uno con el FS Zamora y otros dos con el Atlético Benavente), Chema Sánchez ha logrado el ascenso a Segunda División con el equipo benaventano. Un premio del que se siente muy orgulloso, sobre todo con su equipo.

“La temporada ha sido brillante, a nivel competitivo muy bien, hemos mejorado mucho respecto al año anterior, a nivel de resultados muy bien y a nivel de lo que ha sido la adaptación al volver después del confinamiento estoy súper contento con el grupo. El equipo ha querido competir, entrenar a tope todos los días… Han sido nueve semanas muy duras, pero la reacción del grupo y el compromiso han sido increíbles desde el principio, ahí es donde me di cuenta que estábamos preparados para todo lo que llegara”, reconoce el técnico charro.

A falta de ser oficial, Chema confirma que su renovación con el Atlético Benavente lleva acordada desde antes de los play-off. Una decisión que no le ha costado tomar, ya que incluso ha rechazado una oferta de un equipo de la Primera División italiana. “Confiaba en este proyecto y tenía claro que mi sitio está en Benavente, la directiva me dijo que pasara lo que pasara quería que continuase, eso me dio muchas garantías y tener un nivel de confianza muy alto”, afirma.

El ascenso del Atlético Benavente llega en una temporada llena de incertidumbres por la pandemia, pero el entrenador tiene claro como tienen que afrontarla y el objetivo a conseguir. “Tenemos que ser conscientes de que el salto va a ser brutal, vamos a ser uno de los equipos con menos presupuesto y tenemos jugadores con muy poca experiencia en la categoría, pero todos son válidos para Segunda, yo y el cuerpo técnico también debutamos. Quiero tener el mismo equipo para el año que viene más tres refuerzos, creo que la base y el grupo humano que hay ya es clave«, asegura Chema Sánchez.

«La falta de experiencia no nos tiene que dar miedo, pero sí respeto y ser conscientes de que los resultados que hemos tenido estos últimos dos años van a cambiar. Tenemos que mantener nuestra seña de identidad de ser súper competitivos, porque va a ser muy difícil permanecer en la categoría, que es el objetivo, pero no podemos ir de ‘pobrecitos’ por ser uno de los equipos más humildes, tenemos que tener una mentalidad muy ambiciosa de querer asentarnos en la categoría y tenemos armas para ello. Probablemente sufriremos en algunos tramos de la temporada, pero la Segunda División se disfruta si compites, tenemos que competir de principio a fin y mantener ese ADN. Vamos a ser la localidad más pequeña entre Segunda y Primera, y el único equipo de Castilla y León. Tenemos que darle valor a eso que hemos conseguido”, explica con rotundidad.

Después de diez años como entrenador, Chema ha conseguido llegar a Segunda División, un camino lleno de sacrificio y de pasión, que ejemplariza el que tienen que hacer todos sus compañeros: “Ser entrenador de futbol sala no está igual de recompensado que ser entrenador de fútbol, de esto viven muy pocos. Yo vivo en Salamanca y he estado yendo y viniendo cuatros años a Guijuelo cada día, tres años a Alba de Tormes, un año a Zamora y dos años a Benavente, donde cada día hago 310 kilómetros. Todo esto lo hacemos por pasión, yo llego a la una de la mañana de Benavente y a las siete me levanto para irme a trabajar, creo que hay que valorar mucho el sacrificio que hacemos los entrenadores de estas categorías”, concluye.