La pandemia paró por completo todas las competiciones deportivas. Tomás de Dios, entrenador del FS Salamanca Unionistas, en ese periodo comenzó a implantar unos seminarios online de fútbol sala para seguir ‘siendo entrenador’ desde casa. “Los entrenadores necesitamos nuestro equilibrio diario y yo lo he conseguido impartiendo estos seminarios, al final es un entrenamiento a distancia”, reconoce.

Los seminarios no solo los ha implantado para distintas ubicaciones de España, sino también a numerosos países de Latinoamérica: “Habré hecho unos quince o veinte para países como México, donde hemos tenido unos 400 inscritos, Argentina, Colombia, Costa Rica, Guatemala, El Salvador… Me han ofrecido también para el año que viene hacerlos presenciales allí, incluso me propusieron hacer seminarios online para Vietnam y más países asiáticos”.

Estas clases, aparte de servir de aprendizaje para mejorar en el juego y en la táctica de fútbol sala, el salmantino las impartía con dos objetivos: democratizar el fútbol sala en aquellos países donde las condiciones para este deporte no son las mismas que en España y vender la ciudad de Salamanca. “Queríamos romper esas barreras y ayudar a esos países donde el fútbol sala no es tan profesional como aquí. La escuela española es referente a nivel mundial junto con la brasileña y nosotros lo que hemos hecho es mostrarla a toda esa gente para que luego ellos la adapten. Han sido cursos de formación y enseñanza, pero además también de intercambio de información, porque hemos conocido las realidades que existen en cada uno de los países con el fútbol sala. También han servido para vender la ciudad de Salamanca a través del equipo, Salamanca y el fútbol sala son mis dos pasiones”, afirma.

El FS Salamanca Unionistas no consiguió el ascenso a Segunda División B porque se nombró campeón al Segosala por coeficiente: “La valoración del año para mí es negativa porque el ascenso era el único objetivo, estoy completamente seguro de que si el partido contra el Segosala hubiese sido primero en Salamanca, ahora mismo estaríamos en Segunda B, pero bueno, eso ya no se puede solucionar y estamos ahora pendientes porque quizá podamos tener plaza en Segunda División B. Si no lo conseguimos, el año que viene estaremos en Tercera y asentaremos mucho más el modelo táctico ofensivo como el defensivo para ser un claro candidato a ascender”.

La vuelta a la competición aún es una incógnita y el entrenador se muestra contrariado con todo este asunto: “Creo que somos un país referente en deporte, pero los organismos que lo rigen no están a la altura. Deberíamos ser referentes también en planes de actuación y estamos por detrás. La pandemia tenía que haberse valorado bien y haber hecho varios protocolos distintos ya que la situación es cambiante”.