Perfumerías Avenida ha disputado este sábado su primer amistoso de la pretemporada y el primer partido en 170 días, después de la final de la Copa de la Reina. Y lo ha hecho dejando buenas sensaciones sobre el parqué de Maloste y con una victoria ante Lointek Gernika por 69 a 87.

Muchos estrenos en ambos lados, empezando por el de Roberto Iñiguez en Avenida, que saltaba a la pista con Silvia Domínguez, Cazorla, Vilaró, Hof y Milic, estrenándose en la elástica azulona en su antigua casa. Momentos de intercambio de golpes alternados con imprecisiones en un lógico inicio de pretemporada. Poco necesitaba Milic para anotar sus primeros puntos como azulona, mientras Vilaró tiraba de garra y calidad para lanzar a las charras. Las primeras rotaciones dieron aire y muchos puntos, con Samuelson y Gajic debutando con muy buen pie y el primer parcial remataba con un 16-26 ilusionante.

No bajaba el nivel el equipo charro en el segundo parcial, sorprendentemente para ser el primer encuentro. Conexiones y juego de equipo que hacen presagiar que nos podemos divertir mucho este año. Corría Avenida y no cesaba su presión en toda la pista, que se tradujo a mitad de cuarto en faltas que interrumpieron el partido y el ritmo. Aun así, las azulonas se iban con buena renta, y mejores sensaciones, al descanso (30-44).

El acierto exterior, Avenida enchufó 11 de 20 triples en el partido, volvía a relanzar a un Avenida en vuelo. Poco a poco, y también apretando desde la defensa, el equipo salmantino conseguía una renta ya superior a los 20 puntos. Juego interior rayando a gran nivel y bregando en la zona y acierto exterior, no se podía pedir nada más. Sin embargo, de nuevo las faltas comenzaron a subir muy rápido al marcador y un Gernika guerrero aguantaba con juego de ‘pick and roll’ y tiros libres en el marcador (47-63).

Pronto, de nuevo, se metía Avenida en bonus, apenas con tres minutos de parcial. Para ese momento Hof ya había sido eliminada por cinco personales y la rotación interior se acortaba. Lo aprovechó el conjunto local para meterse en el partido, subiendo líneas y apretando mucho la salida de balón charra. A once llegaron a estar las locales cuando Leo Rodríguez comenzó a encontrar en el interior el poderío de Milic, que se echó al equipo a las espaldas para devolver la tranquilidad. Sólo hubo que aguantar para sellar el triunfo, intrascendente, pero para cerrar un muy buen debut.