¿Qué ha significado para ti la medalla de bronce que conseguiste el pasado fin de semana en el Campeonato de España Sub-20?

Pues no te sabría describir porque tampoco la recibí con bastante ilusión. Cuando he recapacitado sí disfruté algo más la medalla, pero cuando la gané en el momento no la disfruté prácticamente. No andaba muy motivado, pero ahora sí.

Con el paso del tiempo supongo que cada vez se saborea más lo conseguido.

Sí, porque como el año pasado gané ya una, que me quitó la espinita para este año. Fui a disfrutar y si la ganaba, la ganaba. Me la esperaba más o menos y como al final cayó tampoco me resultó algo inesperado.

Había conseguido ya una medalla en pista cubierta, pero sí te faltaba al aire libre.

Sí, en 2019 había quedado tercero en pista cubierta, mientras que al aire libre había quedado cuarto de España en tres ocasiones, así que esta era la que tenía que conseguir.

En tu caso además estalló la pandemia cuando ibas a competir el Campeonato de España Sub-20 en Pista Cubierta, al que llegabas tercero en el ránking nacional. ¿Hizo todavía más duro todo el tiempo de confinamiento?

Sí, cuando quitaron el campeonato iba tercero del ránking y encima llevaba más aspiraciones todavía, porque la marca que había hecho no había sido con toda la carrera. Había competido con una carrera más corta, así que tenía margen de mejora. Dolió y estuve un par de meses sin entrenar, pero al final se te acaba pasando.

¿Llegaste a entrenar algo durante esos meses?

Sinceramente, no he hecho nada desde marzo hasta junio. Absolutamente nada. Y luego para este campeonato entrené mes y medio, ya que en agosto estuve de vacaciones también. Tuve selectividad y solo he entrenado en septiembre.

¿Se te hace extraño haber conseguido un resultado tan bueno, con un mejor salto de 14,60 metros, con tan poco entrenamiento?

Sí, la verdad que sí, no me lo esperaba. Al principio, cuando empecé a entrenar en septiembre, no me esperaba de ningún modo saltar un mes más tarde marcar personal. Ni de cerca. Y menos una medalla.

Aun así, supongo que haber entrenado tan poco no es para nada habitual.

Claro, sí. Después de la cancelación del campeonato faltó motivación y no me apetecía entrenar, prefería preparar la temporada que viene ya. Me apunté de rebote y salieron las cosas, pero no es lo normal.

Este verano has adquirido también experiencia en competiciones sénior, como el Campeonato de España de Federaciones Autonómicas, en el que ganaste con la selección de Castilla y León. ¿Ayuda a motivarse enfrentarse a atletas de categoría absoluta?

Bueno, aunque ese campeonato fue un poco de rebote. Yo iba segundo de Castilla y León, pero se lesionó el primero. Me pilló de rebote, me cogieron sin haber entrenado, solo había entrenado una semana y media. Llegué a ver qué pasaba, a hacer lo mío, si podía hacer algo decente, bien. Me noté bastante cómodo y por eso me puse esas dos semanas que quedaban a entrenar en serio.

Haciendo caso a las marcas con las que llegabais los participantes en triple salto, había mucha igualdad en la lucha por las medallas. ¿Qué esperabas conseguir?

A ver, por marcas personales yo iba sexto. Lo que pasa es que según había visto a la gente compitiendo, solo a Iván Martín, el primero, le veía muy bien y sabía que iba a ser oro claro. Pero al resto de gente la veía bastante mal y pensé que podía quedar plata perfectamente y estar más cerca del primero. Pero con la motivación de un campeonato hace que todos den el cien por cien y estuvo muy reñido. Durante la competición pensé que iba a quedar segundo, pero me adelantaron al final.

De hecho pierdes la medalla de plata en el último intento. ¿Cómo te sentiste cuando te viste superado por Héctor Luna, el segundo clasificado?

Yo estaba cagado. Pero no por perder la plata, sino porque quedaban dos por delante que me podían mandar al cuarto puesto, que eso ya sí que me hubiera dolido.

Desde tu segundo salto, en el que hiciste marca personal, renunciaste a dos intentos e hiciste dos nulos. ¿Qué es lo que ocurrió?

Yo llevo un año y medio tocado de los tobillos. Llegué a la competición que el tobillo izquierdo me dolía y tuve que saltar con la otra pierna, con la que no suelo saltar, para forzar menos. Cuando en el segundo salto, tras hacer 14,60 metros, salí del foso sin poder prácticamente apoyar el pie en el suelo. Tenía un esguince en el tobillo y empecé a pasar saltos para no forzar, pero vi que la gente se iba calentando, así que hice el cuarto salto. No fue nulo, sino que me hundí porque no podía saltar, ni siquiera llegué al foso. En el último intento, cuando me pasaron, busqué darlo todo pero ya no podía.

En lo poco que resta de la temporada imagino que el objetivo será recuperarte bien de esa lesión, ¿no?

Sí, esta temporada no queda casi nada, un campeonato de clubes sub-20 a finales de mes. Pero no lo voy a preparar. En dos o tres semanas empiezo a preparar la temporada siguiente ya, y estas semanas a recuperar.

¿Para el futuro, qué es lo que esperas?

Lo más cercano es saltar 15 metros. No pienso en medallas ni nada, solo saltar 15 metros cuando toque, espero que en pista cubierta. Y por soñar, el objetivo que me puse en mente hace varios años era ir al Campeonato de Europa Sub-20, que la mínima es 15,30 metros. Si no se puede, con quedarme cerca me quedaría satisfecho.

¿Y qué valoración haces sobre los sensacionales resultados que ha conseguido el atletismo salmantino esta temporada al aire libre?

Contando con que todos los que habían ido eran amigos íntimos, sabía que por ejemplo Alejandro González y Roberto Ruiz iban a ser medalla fijo. De Alejandro además me esperaba el oro, pero sí que lo tenía más ajustado él. Ha sido histórico, porque no me suena que haya habido tantas medallas nunca por parte de Salamanca en una edición del Campeonato de España Sub-20.