La Primera División de voleibol femenino, la categoría de bronce a nivel nacional, volverá a tener representación charra por tercer año consecutivo. El Universidad de Salamanca formará parte del Grupo A, el mismo en el que estuvo el curso pasado, aunque con algunos rivales diferentes.

No en vano, el conjunto que dirige Teresa Juanes se ha librado de los equipos madrileños, extremeños y canarios. A cambio, esta vez tendrá que enfrentarse a contrincantes de La Rioja y Cantabria, debutando precisamente contra el Voleibol Astillero, a las 11:30 horas del domingo.

Posteriormente las universitarias tendrán que jugar contra Fertiberia Los Campos, CV Bruxas, CV Oviedo, Aceites Abril, Curtidora Universidad de Oviedo, Elhuyar, Calasancias Coruña y Universidad de Valladolid. El final de liga contra las pucelanas tendrá lugar a domicilio el día 27 de marzo.

La preparación de la competición por parte del Universidad de Salamanca ha estado muy marcada por la situación sanitaria que atraviesa el país. De hecho, el conjunto charro prácticamente no ha podido entrenar y cuando lo ha hecho ha sido con muchas restricciones. Todo lo contrario que la mayoría de sus rivales, que llevan bastante rodaje e incluso en algunos casos han disputado varios torneos.

El objetivo del equipo salmantino volverá a ser la salvación, algo que la temporada pasada lograron de un modo distinto al que les hubiera gustado. No en vano, en el momento en que la competición se detuvo las universitarias eran penúltimas, ocupando por lo tanto posiciones de descenso. Eso sí, a falta de dos jornadas dependían de sí mismas, ya que la permanencia estaba a solo un punto de distancia

En cuanto a la plantilla, se ha producido una profunda remodelación, ya que muchas de sus integrantes han causado baja. En total, actualmente están inscritas nueve jugadoras, con los fichjes de Paula y Lara, ambas procedentes de Cantabria.