Este fin de semana, 102 clubes iniciarán su andadura en Segunda División B. Junto a ellos también estrenarán el curso otros tantos equipos, tan importantes comos los oponentes que se disputan los tres puntos sobre un terreno de juego. Hablamos de los equipos arbitrales.

Un año más, y ya van 12, Alfonso Vicente Moral será uno de los colegiados que representen al comité salmantino en la categoría. Con el Guijuelo, el Salamanca UDS y Unionistas ya conocemos cómo es la pretemporada de los equipos, ahora él nos cuenta cómo es la de un árbitro.

«Se parece en la carga física. Es una fase en la que intentamos meter carga, hacer crecer el músculo y adaptar el cuerpo a lo que luego va a ser la temporada. Al primer partido es posible que yo llegue un poco cansado porque mi intención es darle caña en estas semanas. Meter cuestas, cambios de ritmo, ejercicios de agilidad y coordinación…es decir, mucho entrenamiento para generar potencia, músculo, activación, lo que luego me va a demandar un partido», explica.

Además del físico, el colegiado salmantino también hace especial hincapié en la táctica: «El enfoque táctico es más complicado para nosotros. Yo en mi caso intento ver partidos de la temporada pasada, sobre todo míos, los amistosos y ver mucho fútbol, a otros compañeros y como complemento, los seminarios del Comité Técnico de Árbitros».

El partido que enfrentó al Ciudad Rodrigo y al Guijuelo fue el primero que dirigió en esta pretemporada tan poco común. «Normalmente nosotros terminamos la temporada regular en junio y ya en un mes y poco estamos otra vez con partidos amistosos. Esta temporada desde el último partido oficial que yo arbitré -22 de febrero- han pasado ya más de siete meses. He tenido la suerte de ir a amistosos o algún partido de cuarto árbitro, pero no es lo mismo, al final te mantienes en forma, sigues haciendo los entrenamientos por ti solo tanto de gimnasio como específico de árbitro y eso te mantiene la musculatura en forma, pero lo que vienen siendo los movimientos en el campo, el ‘feeling’ de un partido con tensión eso solo se recupera arbitrando. Ahí es donde quizás tenemos la mayor dificultad», asegura.

Una de las particularidades de esta pretemporada ha sido el vacío de los campos. Alfonso Vicente se puso al frente del Salamanca UDS – Ciudad Rodrigo, su primer partido sin público en un gran estadio, y tras el pitido final valoró de esta manera la situación: «Sí lo notas y al mismo tiempo no. Lo notas cuando hay alguna jugada polémica, que echas en falta un poco las protestas del público, o cuando hay un gol, que la gente lo celebre. En ese sentido sí lo notas, pero una vez que estás en la dinámica de partido tampoco notamos tanto la diferencia. Yo que estoy acostumbrado a pitar fútbol base prácticamente no la noto».

Aunque donde sí aprecia mayor diferencia es en los partidos de Primera División a los que acude como cuarto árbitro. Después del confinamiento estuvo presente en un Getafe – Eibar y en un Celta de Vigo – Atlético de Madrid y reconoce que fue «muy raro» no estar envuelto en ese ambiente. «Yo imagino que notan más la diferencia los jugadores que nosotros. Nosotros al final nos enfrascamos en el partido, estamos hablando por el intercomunicador y entre comillas nos olvidamos, lo notamos en momentos muy puntuales», señala.

Como buen amante del balompié, el colegiado charro confiesa estar deseando que empiece la liga y haya gente en las gradas porque «es la salsa del fútbol». Y en este inicio de campeonato estará de nuevo Alfonso Vicente Moral, el segundo colegiado de todos los que saltarán al césped con más partidos arbitrados y temporadas en la categoría. Primera parada: Mérida – Talavera.