Decidir sus primeras alineaciones le está trayendo grandes quebraderos de cabeza al cuerpo técnico del Santa Marta, que afronta una temporada clave en Tercera División debido al cambio de formato de la competición. Una situación provocada por la falta de efectivos disponibles, ya que el conjunto charro ha sufrido una plaga de bajas mientras espera todavía que llegue algún fichaje.

En el partido contra el Peñaranda, en el que a los tormesinos se les escaparon dos puntos en el último instante, Sergio Hernández tan solo utilizó doce jugadores pese a acabar con dos expulsados. Yago y Julio arrastraban un esguince, pero tuvieron que jugar los 90 minutos vendados, al igual que Montes. Además, tras el descanso entró Mario sin estar al cien por cien.

Y la situación podría ser similar para el encuentro contra el Becerril, rival directo en la lucha por la permanencia. Miguel es baja segura por una pericarditis, mientras que los hermanos Aarón y More cumplirán sanción. Al menos, a parte de recuperar a los tocados, se espera que poco a poco se pueda contar con Santos, Samu y Martiña, que arrastran lesiones.

A esa plaga de bajas hay que añadir también la necesidad de apuntalar la plantilla, que tiene actualmente con 19 jugadores. No en vano, Ita tan solo disputó 20 minutos la pasada campaña y previamente no contó casi para Sergio Hernández durante su paso por la División de Honor. Quien sí tuvo más protagonismo en dicha categoría, pese a que no llegó a ser titular indiscutible, fue Tomi Lupidio, que tiene una dura competencia en su puesto.

Entre los refuerzos que espera el Santa Marta destaca sobre todo el posible regreso de Diego González. Sin embargo, pese a que el joven jugador ha sido descartado por Unionistas de Salamanca, el porcentaje de la ficha que pide el club blanquinegro para dejarle salir cedido es demasiado elevado para los tormesinos.