Una vez conseguida en el derbi su primera victoria de la temporada, el Guijuelo afronta cargado de moral su siguiente compromiso, en el que deberá enfrentarse a la SD Compostela. El conjunto charro visitará para ello el Vero Boquete de San Lázaro, donde tendrá lugar el encuentro a las 18 horas del sábado.

Los gallegos todavía no han saboreado las mieles del triunfo y ocupan el octavo puesto de la tabla. De hecho, en los tres partidos que han disputado hasta ahora ni siquiera han marcado un gol, ya que comenzaron con una derrota en casa de Unionistas (2-0) y continuaron con sendos empates a cero contra Deportivo de La Coruña y Coruxo.

Aun así, debido a la igualdad del subgrupo y que la competición todavía está arrancando, en caso de conseguir la victoria adelantarían al Guijuelo. Los chacineros, cuyo único desplazamiento hasta ahora acabó en derrota frente al Zamora (3-2), están situados en la cuarta posición, aunque a un partido de distancia del trío que comanda la tabla.

Ambos equipos se han enfrentado por el momento en ocho ocasiones, ya que coincidieron en las cuatro temporadas en que la SD Compostela ha militado en Segunda B. Los resultados previos favorecen al conjunto charro, que ha cosechado cuatro victorias, tres empates y una sola derrota. Además, los números son todavía más contundentes en el estadio gallego, donde el Guijuelo ha ganado en sus tres últimas visitas.

Por si fuera poco, Yago Iglesias no podrá contar con su delantero centro titular, Primo, con una lesión muscular que le tendrá de baja en torno a tres semanas. También son seria duda Samu, que tan solo ha jugado un encuentro hasta ahora, y Bicho, que ni siquiera ha debutado este curso.

En cuanto a la expedición salmantina, Lolo Pla podría viajar, una vez que se ha recuperado de sus problemas físicos. El futbolista extremeño pelea un puesto en la delantera con Antonio Pino, que viene de marcar un doblete y continuar así su idilio goleador con el equipo de la villa chacinera. Además, Dan Ojog ha sufrido un esguince de rodilla que le tendrá tres o cuatro semanas de baja, el mismo tiempo de recuperación que le queda a Manu Molina.