Pese a estar en algunos momentos del partido a merced de su rival, Unionistas de Salamanca consiguió reaccionar a tiempo y sumar un punto en su visita al Celta de Vigo B (1-1). De este modo, los salmantinos llegan al parón de la competición en la mitad alta de la tabla, después de haberse disputado las cuatro primeras jornadas.

Hernán Pérez volvió a apostar por el que está siendo su once ideal, el mismo que ya utilizó en los dos primeros compromisos ligueros. Aun así, al contrario que otras veces, sus jugadores no consiguieron dominar el partido ni saliendo con el balón desde atrás ni a través del juego directo. Al menos comenzaron defendiéndose bien en un arranque bastante soso, ya que en el cuarto de hora previo al descanso su rival se mostró muy superior.

Los primeros acercamientos tuvieron color celeste, con varios centros peligrosos que se pasearon por el área sin encontrar rematador. En cambio, para ver una ocasión visitante hubo que esperar hasta que el choque superó el ecuador de la primera mitad, con una falta directa de Josué Medina desde muy lejos que envió a córner Sequeira.

Todo se animó una vez cumplida la media hora de partido, aunque no del modo que le hubiera gustado a Unionistas, que acabó asediado. Los locales dispusieron de una autopista en cada banda y merecieron marcharse al intermedio con ventaja.

La primera gran ocasión del Celta B se generó en una llegada a línea de fondo por banda derecha, con un centro al área que no despejó la zaga y que Bruninho remató contra Marín. Todavía más cerca de marcar estuvo el atacante portugués en una acción similar posterior, en la que Serna salvó en la cepa del poste. Ese arreón lo finalizó Solís con un cabezazo que se marchó rozando el larguero.

Los salmantinos consiguieron dar una respuesta al monólogo rival, con un mano a mano de Aythami, al que le negó el gol con el pie Sequeira tras un pase filtrado de Álex Rey. Sin embargo, el filial vigués retomó su superioridad antes del descanso. Pampín entró como cuchillo en mantequilla por la banda izquierda, aunque estrelló dos disparos contra la defensa. Además, una pérdida de Carlos de la Nava en el centro del campo provocó una cabalgada de Holsgrove que acabó con un potente remate y obligó a Serna a realizar una buena estirada.

No consiguió marcar en la primera mitad el Celta B, pero poco tuvo que esperar en la segunda parte para adelantarse en el marcador. Lo logró además repitiendo la fórmula que tan bien le estaba funcionando, en una llegada a línea de fondo, cuyo pase atrás lo remata Solís a la media vuelta.

El empate pudo llegar pocos minutos después por medio de Álex Rey, el mejor de Unionistas. Sin embargo, en una jugada aislada, el mediocentro estrelló su remate en la madera después de que lo tocara también Sequeira. No aguantó mucho más sobre el campo, ya que Hernán Pérez realizó un doble cambio a punto de cumplirse la hora de encuentro.

Los locales supieron parar el partido hasta que quedaban por jugarse 20 minutos, momento en que se produjo la esperada reacción de Unionistas, que dispuso de tres opciones claras consecutivas. Dos de ellas llegaron de la cabeza de Carlos de la Nava, con un testarazo que se marchó fuera por poco y otro que sacó bajo palos un defensa en un córner. Entre medias, un centro raso desde banda izquierda lo falló a bocajarro Aythami, que remató muy forzado.

En ese tramo final el Celta B prácticamente no inquietó a Serna, salvo con un disparo alto de Gabri Veiga. Aun así, al momento volvieron a la carga los charros. Manu Viana le rompió la cintura a un rival con su regate y cedió a Marín, cuyo remate lo salvó Sequeira. Además, en el córner posterior, pese a una mano clara dentro del área de un zaguero celeste el colegiado no señaló penalti.

Esta vez era Unionistas el que merecía marcar por su asedio al rival. Y aunque tuvo que esperar al añadido, lo consiguió en un centro raso desde banda derecha que Diego Hernández empujó a gol. De este modo, al igual que hicieron con las dos partes del partido, ambos equipos se repartieron los puntos.