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Jonathan Martín: «Tanto para el club como para mí era impensable hace diez años vivir un día como el del domingo»

El salmantino cumplió contra el Deportivo de La Coruña su partido 300 con la camiseta chacinera

Jonathan Martín, con la camiseta conmemorativa de los partidos / FOTO: CD Guijuelo
Pedro Alonso | 26 noviembre, 2020

¿Qué sentiste al recibir la camiseta antes del partido del Deportivo de La Corurña con tu nombre y el número 300 a la espalda?

Sentí alegría y orgullo, creo que es una cantidad bastante importante de partidos que quizá a día de hoy no la valoras como tal, pero si miras atrás te das cuenta de todas las temporadas que han pasado, todos los momentos que has vivido… Yo creo que tanto para el club como para mí hace diez años era impensable vivir un día como el del domingo.

Son ya once temporadas con el Guijuelo, ¿en qué has cambiado durante este tiempo?

Con el paso de la edad, y en mi caso con la lesión de rodilla que tuve aquí en Guijuelo, lógicamente cambia tu estilo de juego, ya no eres un jugador tan rápido o tan potente como antes, pero mejoras otros aspectos: tácticos, emocionales… Equilibras unas cosas y otras y al final intentas tener ese rendimiento día tras día para seguir rindiendo en esta categoría al nivel que el club requiere.

¿Recuerdas tu primer partido con la camiseta chacinera?

Lo recuerdo perfectamente, fue contra la Cultura en Guijuelo. Recuerdo que fue un partido feo porque nosotros teníamos el campo de césped artificial antiguo y los partidos eran bastantes feos en el Municipal, no eran lo que son ahora. Falló Romero un penalti, que más de una vez se lo he recordado, que fue el culpable de que en mi debut no se consiguiese la victoria (ríe). Recuerdo perfectamente ese partido y el último, miras atrás y han pasado 299 encuentros de diferencia.

Has vivido grandes momentos como jugar los playoff o jugar en Copa del Rey contra el Atlético de Madrid. ¿Con qué momentos te quedas de estos 10 años?

Creo que de cada temporada sacas alguno. De la temporada de Imanol diría que sacas el momento de que cambia por completo la filosofía del club, cambia la filosofía del fútbol que el Guijuelo estaba acostumbrado a vivir. Del año de Rubén sacas el placer y la alegría de poder jugar un playoff de ascenso siendo el Guijuelo, con el presupuesto que teníamos y cuando nadie apostaba por nosotros. Con Jordi Fabregat hicimos un final de temporada espectacular ganando 8 partidos de 10, cuando todos los equipos nos daban por descendidos. Las dos últimas temporadas de Ángel luchando por alcanzar un playoff y consiguiendo meternos en Copa del Rey. Son momentos dulces. Gracias a dios hemos peleado por cosas bonitas desde que llegué aquí y es lo que intento una temporada más, que el año sea bueno y se pelee por los objetivos que el club se marca.

De todos los compañeros que has tenido durante esta década, ¿te quedas con alguno en especial?

He tenido muchísimos compañeros en estos 300 partidos y quedarme con alguno en concreto es complicado. Con el paso del tiempo te das cuenta que la relación profesional la has llevado a lo personal y tengo muchísima relación con Piojo, Carlos de la Nava, Garban, Álvaro Tejedor, Raúl Ruiz, Julián Luque, el propio Ángel, Jesús… Son muchos jugadores con los que creas un vínculo más allá del fútbol. Seguro que se me olvida alguno (ríe).

Desde que llegaste, ¿en qué crees que ha cambiado más el club?

Cuando yo llegué era un club con muchísimas limitaciones deportivas, en cuanto a infraestructura deportiva y eso creo que es lo que más ha cambiado. El club se ha profesionalizado lo máximo posible y lo sigue haciendo temporada tras temporada, y ahora mismo es un equipo muy estable en Segunda B tanto deportivamente como económicamente, y para los jugadores que hemos atravesado momentos complicados en el fútbol, sobre todo en el tema económico, estar en un club como el Guijuelo te da esa garantía, te facilita el día a día para trabajar, para competir y estar centrado en lo que realmente importa, que es el fútbol.

Como bien dices, la base de un club tiene que ser su estabilidad.

Está claro, todo va relacionado. Al final nosotros en esta categoría tenemos contratos para vivir el día a día. Necesitamos llevar dinero a casa para comer, para pagar… Todo lo que no sea eso son problemas que los trasladas al vestuario, de ahí al campo… Vienen lesiones, vienen malos resultados y al final eso explota. Mientras estás viviendo una situación que es la normal, cobrar por trabajar, estás centrado únicamente en lo deportivo y te hace mucho más fácil todo.

Hablando ahora de la actualidad, el inicio de la temporada no está siendo como imaginabais.

A estas alturas no pensábamos tener el número de puntos que tenemos, nos ha costado el inicio. Sabíamos que después de tanto tiempo sin competir no iba a ser fácil para ningún equipo, nosotros nos hemos encontrado con un proyecto nuevo donde somos muy pocos los jugadores que veníamos de otros años y necesitamos algo más de tiempo para acoplarnos. Estamos trabajando para que ese tiempo sea el menor posible, creo que el domingo como equipo nos benefició muchísimo la imagen que se vio contra el Dépor, y sobre todo fuera de casa tenemos que sea más fuerte y mucho más agresivos, son muy malos los resultados que tenemos a domicilio y esta jornada el partido contra el Coruxo es clave.

A pesar de los resultados, tan solo estáis a tres puntos del tercero.

Venimos de un periodo de inactividad bastante largo, los equipos han hecho un esfuerzo económico porque todos quieren estar en la siguiente categoría el año que viene, pero creo que todos están rindiendo por debajo de sus posibilidades. El problema no son los proyectos, el problema es la inactividad. Al final los buenos grupos y los buenos jugadores acaban saliendo y yo estoy convencido de que Guijuelo va a salir lo más rápido posible de esta situación y va a demostrar el potencial que tiene. El club se propuso subir de categoría y nosotros estamos concienciados de que vamos a ser capaces de conseguirlo.

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