El proyecto del Salamanca UDS tiene alguna similitud con respecto a otro club de su misma comunidad autónoma, el Burgos CF. Ambos tienen un presidente hispanoamericano y llevan varios años con una apuesta fuerte por alcanzar el fútbol profesional que todavía no ha tenido éxito. Además, actualmente no tienen a un entrenador con ficha federativa, aunque por motivos diferentes.

En el caso del Burgos CF, las multas se van acumulando pese a la contratación de Julián Calero, cuya inscripción en el sistema no puede tramitarse hasta que no se solucione la situación del anterior técnico, José María Salmerón. Por ese motivo el entrenador madrileño no se sienta en el banquillo y tampoco comparece en las ruedas de prensa, ni antes ni después de los partidos.

Quien sí podrá dirigir a su equipo dentro del campo, al menos por ahora, es Rafa Dueñas, que este martes inició su cuarta etapa al frente del Salamanca UDS. Sin embargo, su titulación no le permite ejercer como entrenador en Segunda B y por lo tanto el club blanquinegro pronto se expondrá a sanciones económicas salvo que contrate a alguien que cumpla con los requisitos de la RFEF.

La intención actual de los charros es contar con el técnico mexicano durante los tres próximos partidos, en los que se enfrentarán a Celta B, Zamora y Unionistas. Entonces, en función de los resultados, Manuel Lovato decidirá acerca de la continuidad de Rafa Dueñas. Todo lo contrario ocurre con el Burgos CF, que lleva varias semanas buscando regularizar la situación de su banquillo lo antes posible, ya que además Julián Calero se expone a posibles sanciones a título personal.

También hay diferencias en el apartado deportivo de cada club, ya que los castellanos son segundos del subgrupo 1B, mientras que los salmantinos ocupan la penúltima plaza del subgrupo 1A.