El Santa Marta sigue sin encajar gol en su feudo, aunque en esta ocasión no le sirvió para conseguir una victoria que mereció. Al fin y al cabo, el cuadro charro fue superior a un rival peligroso como es el Palencia Cristo Atlético, al que maniató durante casi todo el encuentro.

No en vano, el conjunto local dominó el partido desde el pitido inicial. Pese a ello, a punto estuvo marcharse al descanso por debajo en el marcador, ya que en el penúltimo minuto Amit voleó al larguero desde dentro del área. Hasta entonces los palentinos casi no se habían acercado a la portería rival, salvo en un balón a la espalda de la zaga en el que Yago robó bien al cruce frente a Torres y en una internada de Edu, cuyo remate se marchó muy desviado.

El Santa Marta estaba bien plantado y combinaba con facilidad entre líneas, aunque le faltaba finalizar. De hecho, varios centros desde ambas bandas se pasearon por el área sin encontrar rematador.

Su mejor momento tuvo lugar recién superada la media hora de juego, cuando encadenaron tres disparos consecutivos. El primero, de Montes, a la salida de un saque de banda, se marchó alejado bastante alejado. Poco después Aarón le ganaba la espalda a la defensa morada, pero su tiro lo atrapó sin problemas Guille, mientras que a renglón seguido Martiña cabeceaba fuera.

Los tormesinos no se sacudieron de manera instantánea el susto y recibieron tres tiros en los cuatro minutos iniciales de la segunda parte. El más claro fue el tercero de ellos, con un zapatazo de Viti que se marchó rozando el larguero. Sin embargo, con el paso de los minutos los jugadores de Sergio Hernández volvieron a mostrarse superiores al Palencia Cristo Atlético.

La ofensiva estuvo liderada por Martiña, que estuvo cerca de adelantar a su equipo rondando la hora de encuentro. El primero de sus intentos, desde cerca del pico del área, lo envió como pudo Guille a córner, obligado a otra gran parada por el mismo jugador en la acción de estrategia posterior. El guardameta palentino atrapó también con seguridad un lanzamiento directo de Martiña en una falta muy escorada.

El Palencia Cristo Atlético volvía a encontrarse incómodo sobre el césped e incluso pudo verse en inferioridad numérica para el tramo final, debido a una dura falta de Sellés que podría haber supuesto su segunda cartulina amarilla. Los visitantes, después de todo, veían bueno el punto, aunque casi se les escapa en la última acción del tiempo reglamentario, una volea de Martiña que se marchó rozando el poste.