Iván Rodríguez: «Estoy bastante esperanzado si se puede hacer una temporada dentro de la normalidad»
El director del Globalia Salamanca ECS hace balance de la primera temporada del equipo en el pelotón amateur y habla de los objetivos que se marca el próximo año

Ya ha concluido la primera temporada del Globalia Salamanca ECS en el pelotón amateur. ¿Qué balance haces de la actuación del equipo en su debut en la categoría?
La verdad que en su primer año, viendo que es un equipo relativamente joven con una media de edad cercana a los 20 años, el balance es positivo. Nuestro objetivo es intentar consolidarnos sobre todo en la categoría sub-23. En élite hay mucha gente ex profesional, bastante mayor, hay mucha diferencia de edad y solo por experiencia o bagaje es a veces como pegarte contra una pared. Yo estoy bastante contento, pero es difícil que eso quede plasmado en resultados o números. Hay que tener otra valoración, intentas ser el siguiente equipo sub-23 en España después de las canteras. Nuestra lucha es más con equipos como Valverde, un paso por detrás de Kometa, Caja Rural o Lizarte, queremos estar en esa posición. Valoro bastante las clasificaciones por equipos, intentar estar siempre en el top-10. En reglas generales estoy muy contento.
La pena es que el año ha sido posiblemente el peor para empezar por la situación sanitaria, que ha cancelado muchas carreras y entre ellas la Vuelta Ciclista a Salamanca.
Sí, además hemos tenido mala suerte, porque las vueltas con limitación de edad, que son en las que más nos podemos lucir, ya que competiríamos con gente de nuestras edades, han sido las que se han suspendido. Carreras como Bidasoa, Vuelta a Castellón, Palencia o Salamanca no se han corrido. Hemos tenido que estar en pruebas sin limitación de edad, en las que vas un poco a contracorriente. Por ejemplo el decimoquinto puesto que obtuvo David en la general de la Vuelta a Zamora, mientras que con limitación te meterías en el top-5, que visiblemente parece un resultado más acorde. Pero sabiendo que no tenemos mucha presión por el tema de resultados, ya que somos un equipo de formación, la valoración interna que hacemos es la que más le influye a los corredores. Tienes que estar peleando en otra gama, pero sabes a lo que te expones con un equipo tan joven.
Supongo que era también sobre todo un año de aclimatación a la categoría, ¿no?
Siempre hay un cambio en los ciclistas jóvenes, que es el tercer año en la categoría. El primero pagas un poco la novatada, el segundo empiezas a despuntar y en el tercero te asientas dando ese salto de calidad. Prácticamente el 60% son de esa edad, así que tengo muchas esperanzas para la próxima temporada. Sobre todo con las condiciones de este año la idea era pasarlo como fuera, que cogieran experiencia y se les vean esos pequeños detalles. Ha habido sorpresas también con gente como Ismael Guzmán, que acaba de aterrizar en la categoría y directamente fue al Campeonato de España, tanto en línea como en crono, llevo entrenándole desde pequeño y no esperaba ese salto de calidad suyo. No hemos tenido además muchas bajas en el equipo y las hemos cubierto de sobra, así que estoy bastante esperanzado si se puede hacer una temporada dentro de la normalidad.
Hay bastante continuidad, ¿pero en qué cambia sobre todo la plantilla?
Tenemos cuatro incorporaciones, que han sido prácticamente las bajas. Hemos reducido un poco el número, porque con las dificultades económicas tampoco puedes gestionar una plantilla grande. Eso incide en el presupuesto y va a ser un año difícil, así que lo hemos tenido que reducir. Dentro de lo que cabe hemos apostado por la continuidad, porque aunque suene un poco raro, supongo que este será el último año en el equipo de varios corredores en el equipo que tienen muy buena pinta e irán a alguna cantera profesional. Por calidad están en esa gama de corredores. Hemos cogido tres júnior que pasan, todos tienen buenas condiciones y pinta, pero la intención es que tengan una prolongación. Es decir, que si nos tienen que dejar el próximo año tres o cuatro corredores para mejorar, afortunadamente, haya relevo en el equipo. Además hay dos incorporaciones jóvenes, que son sub-23, el último fichaje ha sido Alberto Fernández Granado, que lo hemos podido anunciar recientemente y viene del equipo de Valverde.
La gran pena imagino que es el escaso número de salmantinos en el plantel, ya que por ahora solo está David Baz.
Sí. Igual tenemos otra incorporación, porque nos ha surgido una oportunidad con un chaval que viene del MTB que va a empezar a entrenar con nosotros. Ojalá pudiera tener el 80% de la plantilla salmantina, pero hay una generación ahora un poco con no mucha cantidad de corredores en amateur. Sé que por ejemplo dentro de dos años sí que va a haber bastantes en la categoría. Es una pena, no podemos optar mucho por ciclistas salmantinos porque no los hay casi, desgraciadamente. Esta temporada hemos tenido que hacer un equipo júnior por la desaparición del equipo de Promesal, para que tuviera una continuidad, además del equipo femenino. Vamos a ser uno de los dos únicos clubes en España que va a tener todas las categorías no profesionales cubiertas, al contar con escuelas, cadetes, juveniles, féminas y sub-23. Es un gran esfuerzo que ha tenido que hacer el club, pero en los momentos difíciles es cuando hay que apostar. Espero que teniendo esa cantera y esos equipos desde abajo se pueda tener a más salmantinos, que al final es lo que más te gusta en un equipo de tu tierra es que haya gente de casa.

¿Se va viendo entonces la luz al final del túnel, después de varios años en los que han salido pocos ciclistas?
Sí, es un tema generacional. Yo vengo del Sanse y me comentaban que este año tienen 80 licencias en escuelas, que hacía casi una década en que no tenían esos números. No es una crisis del ciclismo, sino más generacional. Tuve la suerte de llevar la escuela de Dori Ruano y dimos con una generación en un par de años de lo mejorcito que ha habido en Salamanca. Varios de ellos fueron medallistas en Campeonatos de España, como Julia Rodríguez que luego fue mundialista, y hay que aprovechar esos dos años en los que están en la categoría para ir progresando con ellos. Cuando pasó esa generación hubo un vacío grande en el que hay que esperar y seguir formando. No es una crisis en el deporte nuestro, sino que las licencias y el número de practicantes van a oleadas.
En su día estuvo el Salamanca Patrimonio de la Humanidad, que fue uno de los equipos más importantes de la categoría y tuvo en sus filas a corredores como Mauricio Ardila. ¿Es posible volver a tener algo similar en la provincia?
La idea es esa. Cuando yo entré en la dirección del Salamanca Patrimonio había sido corredor del equipo. El primer año nos costó un poco, éramos un equipo bastante modesto y empezamos a contar con gente joven de aquí. Hubo unas cuantas generaciones de salmantinos muy interesantes en la categoría, empezamos con gente muy jovencita de 18 a 20 años y al cago de unos años pegó un gran cambio el equipo con la misma estructura y los mismos corredores. Nos convertimos en uno de los equipos más importantes de España con la misma gente que dos años anteriores formaba parte de un equipo modesto. La idea es la misma, pero hay que tener paciencia y confiar en eso, no darle tanta importancia a los resultados, que tengas patrocinadores y gente que confía en ti. Necesitamos que gente que apoye el proyecto y te dejen trabajar un poco a largo plazo, porque los resultados al final salen a la luz.
¿Volveremos a ver en un futuro a medio plazo algún ciclista salmantino profesional o es muy difícil conseguirlo?
No podemos caer en el error de cuando un cadete despunta pensar que puede llegar a ser profesional, porque esto cambia mucho. Tenemos por ejemplo el caso de David Baz, al que le tengo desde que era alevín. Con todo el respeto, corría por pasión pero era muy limitado y cuando tuvo los 17 años pegó un cambio, con el Sanse en la categoría de júnior hizo top-15 en varias pruebas de la Copa de España. Pegó un cambio brutal y puede ser gente así, que te sorprende, la que llegue a tener ese nivel para pasar al mundo profesional. Hoy en día es complicado, aunque a tres años vista, con la generación que viene de cadetes o juveniles, quién sabe. Algunos no dejan de ser niños de 15 años y esto puede cambiar mucho.
Comentabas la creación del equipo júnior, ¿cuáles son vuestros planes al respecto?
Lo que intentas es trabajar como lo que hacen en deportes como el fútbol, desde la base con una misma idea y un mismo sistema. Hacer tú al ciclista, que esté contigo en la progresión. Yo tengo mucho miedo a incorporar gente al equipo, me lo pienso demasiado e investigo mucho, porque me importa más la calidad humana que deportiva. Pienso que los ciclistas también se hacen, y cuando tienes a un ciclista mucho tiempo, te conoce a ti y a tus métodos…las canteras es de lo que tienen que vivir en el ciclismo. El problema que teníamos en Salamanca es que había muchos vacíos, con gente que tenía que emigrar. David Baz estuvo cuatro o cinco años en un equipo de Madrid, luego vuelve, cambias el sistema y la gente que te rodea, así que les cuesta aclimatarse. Si podemos conseguir que los ciclistas no tengan que desplazarse a equipos de fuera de la provincia, con lo que conlleva el ciclismo en cuanto a viajes, hará mucho para que la gente se enganche y no abandone la práctica de este deporte demasiado joven.
¿Y con respecto al equipo femenino, qué idea tenéis de calendario y a la hora de hacer los fichajes?
Lo bueno del equipo femenino es que puedes albergar a chicas de diferentes categorías. En el mismo día participan las cadetes, júnior y sub-23. Lo lleva otra persona, no quiero equivocarme, pero hay gente que pasa a cadetes, otras de Extremadura…tienes que picar de varios sitios para que las chicas tengan al pasar de escuelas un equipo femenino. Está peor que el ciclismo masculino, imagina una chica que con 15 años se tiene que ir al País Vasco a correr, así que ese paso, que es el más complicado, lo van a tener resuelto. Ha habido la posibilidad y hemos encontrado gente que se encargue del proyecto, porque si tienes corredores pero no hay gente válida para dirigirlo no sirve de nada.
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