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Salamanca es balonmano: 25 años de la fundación del club

El Ciudad de Salamanca ha cumplido un cuarto de siglo y Juan García, entrenador y uno de sus fundadores, repasa los inicios de la formación

Equipo cadete del año en el estreno del club / FOTO: Juan García
Adrián A. García | 24 diciembre, 2020

El Ciudad de Salamanca vive unas fechas especiales. El pasado domingo 20 de diciembre, el exponente del balonmano en la capital del Tormes cumplió 25 años, un cuarto de siglo desde su fundación como club en el que ha realizado una incalculable labor de promoción de esta disciplina y en el que se ha consolidado deportivamente.

En aquella década de los 90, los colegios acogían a pequeños grupos de niños que daban sus primeros pasos en el balonmano de la mano de hombres como Lucas Moro, Jenaro Félix o Juan García, mientras que los mayores jugaban bajo el amparo de la Universidad de Salamanca. No había una estructura común y ese fue el germen que desembocó en la creación del club.

«El balonmano en el año 95 en Salamanca estaba muy disperso. Había un foco en la Universidad, pero los equipos de base estaban muy desperdigados, cada entrenador entrenaba a los equipos que podía. Veíamos que esos equipos de base no estaban amparados en ninguna estructura, no teníamos ninguna instalación, cada equipo se buscaba la vida para entrenar donde podía, con sus balones, con las equipaciones que le compraba el colegio o unos padres… Un poco fruto de toda esa inquietud decidimos fundar un club, darle una estructura de base. Eso fue un poco el inicio, la chispa, el intentar aglutinar a ese balonmano de base en torno a una estructura común de la que nos pudiéramos beneficiar todos», explica Juan García.

Equipo infantil que en la 96-97 fue sexto de España

El actual técnico del juvenil femenino del Ciudad de Salamanca considera que fue «muy fácil» ponerse de acuerdo para constituir el club, aunque los inicios no lo fueron tanto porque eran tiempos complicados. «La situación ha cambiado como del blanco al negro y para bien», señala.

25 años vinculado al club le dan a Juan García una posición privilegiada para analizar su evolución: «Si analizas desde los primeros años hasta ahora es una evolución espectacular. Me gustaría resaltar que ha sido gracias al trabajo de mucha gente. Esto no ha sido nunca un club de una persona, sino que aquí han participado muchos padres que de forma altruista se han dejado un montón de tiempo por desarrollar el club y consolidar estructuras, jugadores, entrenadores… La evolución del club ha sido gracias a muchas personas que desinteresadamente volcaron tiempo y energía en que el club saliera adelante. Un club así para un deporte minoritario que no tenía mucha tradición en Salamanca, consolidarlo como está ahora mismo, si no hubiese sido por el esfuerzo de mucha gente, de muchos directivos, entrenadores, jugadores que han invertido un montón de horas entrenando, hubiese sido imposible. Esto ha sido poco a poco».

Dentro de ese progreso, uno de los hitos fue la absorción de los equipos sénior de la Universidad de Salamanca para así poder tener referentes en la cima del desarrollo de los chicos y chicas de la base. Fue en la temporada 2006-07 cuando se realizó el trasvase de derechos y el nombre del Ciudad de Salamanca apareció en Segunda Nacional.

Ahora los dos equipos sénior, tanto el masculino como el femenino, están totalmente asentados en sus categorías, y hacia ese plano deportivo giran los deseos del técnico. «Si me preguntas qué me gustaría en los 25 años siguientes, te diría que me gustaría verlo crecer en lo deportivo. El club está consolidado en distintas estructuras, tiene una instalación muy consistente gracias al Ayuntamiento, tiene recursos, una masa social, socios, jugadores… Es el momento de mirar hacia arriba, de ilusionarnos con otros retos. Tenemos dos equipos sénior, pues por qué no soñar con que podemos ascender, subir de categoría con alguno de ellos. Ese es uno de los retos que quizás tenemos como club. Y por supuesto seguir difundiendo el balonmano con los pequeños, porque para los deportes minoritarios no es fácil captar jugadores y eso no lo podemos olvidar nunca», concluye.

El gusanillo de este deporte estaba vivo y en 1995 asomó del todo la cabeza para quedarse en la capital del Tormes a través del club Ciudad de Salamanca. Salamanca es, fue y será balonmano.

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