Derrota del Congesa XXI Ciudad de Salamanca en Avilés ante un gran Cafés Toscaf – Avilesina, que demostró por qué va segundo en la clasificación. La calidad de los asturianos y una enorme actuación de sus porteros se impusieron en un partido donde los salmantinos dieron la cara durante 55 minutos.

Superiores los locales en la primera mitad, con el resultado a su favor durante gran parte de los primeros 30 minutos. Salieron muy enchufados tanto en ataque como su portero Braulio, que hizo 7 paradas al descanso. Se pusieron tres arriba en el inicio y hasta el cuarto minuto no estrenaron los salmantinos su marcador.

Tras el primer tanto charro, el partido entró en un intercambio de golpes, momento que aprovecharon los visitantes para igualar el resultado a 5, ayudados también por dos paradas seguidas de Matilla y un tiro rival al palo. Las idas y venidas siguieron hasta que el Ciudad de Salamanca se puso por primera vez por delante en el electrónico a los 13 minutos (8-9). A partir de aquí, el Cafés Toscaf impuso su calidad y comandó en el resultado, pero sin amplia ventaja.

A los 22 minutos, Javier Ramos –en ausencia del míster, Marcos Sánchez– pidió tiempo muerto con 14-12. Después del parón estuvieron mejor los asturianos, que consiguieron alejarse más hasta el descanso (18-14).

El Congesa XXI Ciudad de Salamanca salió en la segunda parte eléctrico, con ataques muy rápidos y aprovechando bien los contraataques. Además, la gran defensa de los salmantinos en este arranque más una gran intensidad les sirvió para empatar a los 7 minutos de la segunda parte, lo que hizo que el entrenador local parase el encuentro debido al asedio charro (19-19). Los locales despertaron tras el tiempo muerto y se colocaron a los diez minutos 21-19. Los charros continuaron con la fórmula de recuperación más contragolpe y volvieron a empatar el resultado en el ecuador del segundo tiempo (21-21).

Posteriormente a la igualdad, el Cafés Toscaf dio un mazazo y gracias a su efectividad ofensiva y a dos paradas de su portero suplente, Adrián, cogieron distanciarse (25-21). A los 18 minutos pidió tiempo muerto Javier Ramos para intentar cambiar la dinámica de su equipo hasta el final del partido. De poco sirvió la charla en el banquillo porque Adrián definitivamente se colocó la capa y paró todo lo que le llegaba. A los 23 minutos dejaban prácticamente sentenciado el encuentro los locales poniendo el 29-23. Finalmente, los charros no pudieron hacer nada en los minutos finales y el crono dictaminó la conclusión con 31-25.