La mayoría de jugadores extranjeros que han pasado por el Salamanca UDS llegaron procedentes de México, el país de su propietario, pero desde la última temporada la plantilla también se ha nutrido bastante de futbolistas sudamericanos. Una apuesta que por lo visto hasta el momento no ha funcionado bastante, ya que la mayoría de ellos han tenido pasos testimoniales por tierras charras y únicamente continúa Delorenzi.

Es cierto que en algunos casos el COVID-19 tuvo parte de culpa, unido a los habituales retrasos del club a la hora de llevar a cabo las inscripciones. Por estos motivos Facu Quintana se marchó sin jugar, pese a que en su presentación afirmó que esperaba “acabar de la mitad hacia arriba en la tabla de goleadores”. Fichado en el mercado invernal, solo fue convocado contra el Izarra, justo antes de que la pandemia obligara a detener la competición. Además, con el cambio de temporada no se renovó su contrato.

De todos modos, el caso más sangrante fue el del paraguayo Marcelo Acosta, que ni siquiera llegó a estar en Salamanca. Fue otro fichaje que se realizó mediada la competición, aunque en dos meses no tuvo tiempo a incorporarse a la disciplina blanquinegra. Firmó por una temporada más, pero ante los continuos retrasos el Salamanca UDS decidió descartarle pocos días antes de que arrancara la liga, alegando “problemas con su visado”.

En ese mismo mercado invernal llegó Owen Falconis, cuya baja del club charro se anunció ayer pese a haber dejado de entrenar más de un mes antes. El atacante uruguayo se ha ido con 209 minutos en Segunda B, repartidos en las dos medias campañas en las que ha formado parte del plantel blanquinegro. Además, logró ser titular en dos ocasiones.

A su continuidad se sumaron este curso otros tres fichajes de futbolistas sudamericanos. Lacerda se ganó un puesto en el centro de la defensa durante el arranque liguero y consiguió disputar 362 minutos, pero se le rescindió en cuanto comenzó el mercado invernal. Duma tuvo bastantes problemas para entrar en la dinámica del equipo y únicamente jugó 14 minutos, quedándose libre hace unos días. Y el único superviviente es Delorenzi, a préstamo por el Sacachispas y el que más relevancia ha adquirido con 6 titularidades y un total de 496 minutos, aunque recientemente se está quedando fuera de las convocatorias.

Pese a ello, la importancia que está ganando jornada tras jornada Anderson Arroyo demuestra que no es un problema de nacionalidad, sino que la aclimatación juega un papel clave. No en vano, el jugador colombiano está cedido por el Liverpool y conoce bien el fútbol europeo después de haber estado a préstamo en el Mallorca B, KAA Gante y Mlada Boleslav.