Lo primero de todo, ¿quién es Matías Gutiérrez?

Yo vengo de Palencia y allí hay mucha cultura de rugby, dentro de lo que cabe, pero yo siempre me había dedicado al fútbol. Hace unos diez años me llamaron para trabajar en Salamanca y lo acepté de buen grado, tuve familia y se planteó la posibilidad de que cuando los niños fueran creciendo practicaran algún deporte de equipo con la ilusión de que conocieran lo que es el compañerismo, etc. Después de probar en varios sitios, le gustó a mi hijo el rugby y yo ya fui hablando con padres, fui conociendo a los directivos… y poco a poco te vas dando cuenta de que aquí los padres y toda persona relacionada con el equipo echa una mano. A partir de ahí viene mi involucración con el club. Luego a finales de 2020, la que era la junta directiva me ofrece presentarme diciéndome que sé manejar una empresa, sé organizarme, llevar a una serie de personas… Y claro, yo les dije que no sé ni la mitad de rugby que ellos, pero tenía claro que, si me rodeaba de gente capacitada como la que hay, no tendría problema. Todavía sigo sorprendido con la involucración que hay de todas las personas del club, he encontrado una satisfacción enorme. Sé que mis conocimientos de rugby están muy lejos de los de ‘Batta’, Rubén… por lo que intento hablar con ellos todo lo posible para llevar al club lo más lejos posible.

¿Cómo afrontas la dirección del club con toda la situación que nos rodea?

Sabía que la situación iba a ser complicada y que teníamos mucho trabajo por delante, que gracias a dios lo tenemos muy estructurado. Rápidamente nos pusimos a buscar dentro del propio club, que hay un valor humano increíble y un potencial de colaboración de padres, entrenadores… Todo el mundo está muy involucrado, cosa que era consciente de ello porque yo soy padre de hijos que están en el rugby. Nos volcamos en todos los aspectos, organizamos comidas en sociedad entre padres y cada uno pone algo para comer, otros las bebidas… Casi con la mirada nos entendemos. El rugby para eso es lo mejor que puede lograr, esa combinación entre los valores que tiene nuestro deporte y la gran capacidad de unir a personas tan distintas. Toda esta ayuda hizo que me preocupara menos. Rápidamente nos pusimos a trabajar para buscar a un responsable de COVID-19 y encontrar los materiales necesarios para poder volver lo antes posible a los entrenamientos con las garantías de seguridad. También he de decir que es un trabajo que ya se venía haciendo de antes y lo que tenemos claro es que tenemos que trabajar en un bien común. Estoy superfeliz porque a la hora de plantear las cosas todo el mundo está abierto a colaborar y mi misión es que esta ilusión se mantenga en el tiempo y sea un trabajo fructífero para Salamanca y para el club.

En el comunicado donde se notificaba que eras el nuevo presidente, también aparecía la renovación y acuerdos sobre los objetivos deportivos y sociales. ¿Qué puedes decirme de los deportivos?

Salamanca tiene un gran equipo de rugby y tenemos una imagen de ‘marca’ del club desde hace 28 años que tenemos que dar más a conocer. No dejará de ser una organización sin ánimo de lucro, en el que todo lo que se genere va para la cantera, para entrenadores… Tenemos que ser un equipo a través del trabajo de cantera, referencia en Castilla y León, y ya luego si vamos haciendo las cosas bien, si podemos ser referencia de España no nos vamos a poner metas. Nuestro objetivo en estos cuatros años es tener una estructura buena, tener equipos en todas las categorías desde sub-6 hasta senior, incluso tenemos la ilusión de tener un equipo de rugby inclusivo para que la gente vea que el rugby es para todas las personas. También queremos aumentar el número de jugadores, ahora está en torno a los 160 y lo queremos aumentar a 200-250. Teniendo una buena estructura y una buena cantera, creemos y somos conscientes que luego todo lo demás va a venir rodado.

¿Y de los sociales?

Como he dicho antes, tenemos la ilusión de tener un equipo de rugby inclusivo. A raíz de esto, intentaremos colaborar con alguna asociación como AVIVA, con Cruz Roja tenemos contacto desde hace muchísimos años… Este sería uno de nuestros objetivos, colaborar con este tipo de organizaciones y que nos conozcan, con el objetivo de que vean que el rugby es un juego practicable para cualquiera. Desde fuera parece un juego muy ‘bruto’, pero con un par de entrenamiento te das cuenta de realmente cómo es.

¿Tenéis ya una fecha aproximada para volver a los entrenamientos?

La eterna pregunta que llevamos bastante tiempo con ella. Nuestra idea era haber empezado en noviembre, pero empezó la segunda ola… Luego pensamos después de navidades, pero empezó todo esto… Entonces la idea es cuando acabe esta tercera ola poder empezar. Lo bueno es que tenemos todo preparado para cumplir con los protocolos de seguridad y tan solo nos queda el visto bueno del Ayuntamiento.