Uno de los grandes damnificados en esta pandemia está siendo el deporte más modesto. Miles de personas se reunían cada fin de semana en torno a su disciplina favorita para ejercitarse, disfrutar y pasar un buen rato con sus allegados.

En el caso del balompié, la pelota lleva parada más de un año en Futormes y en el Trofeo Salamantino Isidoro Benito, desde aquel fin de semana del 7-8 de marzo de 2020. 1.215 futbolistas aficionados, según los datos recogidos por este diario antes del inicio de la pasada temporada, que no han podido seguir practicando su deporte preferido en este tiempo.

Sin embargo, desde Futormes están empezando a moverse. La organización tiene prevista una reunión con los equipos la próxima semana para plantear una posible vuelta y dependerá de estos el camino a seguir. Sus responsables son conscientes de la situación actual y no tienen un plan establecido a día de hoy, por lo que quieren hablar con los clubes para conocer su predisposición de cara a un regreso a los campos. Si la mayoría ve con buenos ojos volver, la organización empezaría a trabajar para organizar una copa en los meses venideros.

No obstante, cualquier decisión quedará supeditada a la evolución de la pandemia y a las normas de la Junta de Castilla y León, que actualmente no permite que se disputen estas ligas. Futormes y el Ayuntamiento de Salamanca han mantenido conversaciones para la utilización de las instalaciones municipales y el Consistorio le ha remitido a las órdenes regionales.

Si todo va por el buen camino, el fútbol modesto podría regresar en las próximas fechas a nuestra ciudad. De hecho, ya lo ha hecho en localidades con menor población, donde las normas y los ayuntamientos sí lo permiten y ya se han celebrado partidos amistosos entre diferentes equipos.