La historia que persigue al Guijuelo a lo largo de esta temporada volvió a repetirse y dio lugar a una nueva derrota. No en vano, el Sporting B castigó los errores de su rival, que demostró que en condiciones normales podía haber peleado por puntuar.

De hecho, el encuentro estuvo a ponerse muy de cara para el equipo chacinero nada más empezar, debido a un penalti que tuvo lugar cuando solo se habían disputado dos minutos. Sin embargo, Javi Izquierdo adivinó la intención de Pino y logró enviar el balón a saque de esquina con una buena parada.

Esa ocasión fue la única durante un buen tiempo, pese a la presión muy alta de los pupilos de Chuchi Jorqués. De todos modos, quien se adelantó en el marcador fue su rival, con un gol de Álvaro Santamaría al filo de la media hora. El atacante rojiblanco empujó a la red un centro raso desde banda derecha que prolongó de espuela dentro del área su compañero Berto.

En el tramo final de la primera parte el choque se complicó todavía más para el Guijuelo, que se quedó con uno menos por la tarjeta roja a Kike Pina, expulsado por tercera vez esta temporada. El lateral izquierdo reclamó un posible penalti y vio dos amarillas de manera consecutiva que le mandaron al vestuario.

El guion se mantuvo igualmente hasta el descanso, con mucha igualdad y escasas ocasiones. De hecho, solo mereció reseña un acercamiento por banda derecha con el tiempo reglamentario cumplido en el que Álvaro Santamaría cabeceó a las manos de Salcedo.

Aún así, las opciones del Guijuelo disminuyeron todavía más tras la reanudación con otro gol de Álvaro Santamaría. Dicha acción fue muy protestada por los pupilos de Chuchi Jorqués, que reclamaron fuera de juego en el barullo dentro del área previo al empujón a la red del delantero.

El anotador por partida doble del Sporting B estuvo a punto de sellar su hat-trick, pero su remate a un centro desde banda izquierda se marchó desviado. Instantes más tarde Trabanco pudo sentenciar el encuentro con un disparo de Trabanco en el mano a mano que rozó el travesaño.

La victoria parecía decidida, aunque superada la hora de juego Lolo Pla recortó distancias. Arellano tropezó dentro del área y el balón acabó en las botas del delantero extremeño, que se quitó de encima a un zaguero con un control orientado y definió con un buen disparo cruzado. Cinco minutos más tarde pudo empatar con un tiro que se estrelló en el lateral de la red.

Pese a ese buen tramo del Guijuelo, sus opciones se desvanecieron de manera definitiva con el gol de Diego Sánchez, que no perdonó en el segundo palo un pase de la muerte del recién ingresado Koné. En los últimos compases Abraham Pozo forzó una falta peligrosa que atrapó sin problemas el guardameta asturiano, mientras que Salcedo hizo lo propio con un intento de César desde la frontal del área.