Poco a poco va tomando forma la 2ª RFEF, categoría que arrancará la próxima temporada y en la que participarán un total de noventa equipos. Entre ellos se encuentra el Cacereño, que certificó el ascenso la pasada semana con la presencia en su plantilla de Álex Caramelo.

El conjunto del jugador charro necesitaba puntuar en la última jornada y precisamente empató contra el Coria, lo que desembocó en una explosión de júbilo. «Hay sensaciones de alegría inmensa. Lloras, ríes, saltas…no sabes bien qué hacer. Ascender no es nada fácil y pocas veces el fútbol te regala ascensos, por eso lo celebras como si fuese el último que vas a conseguir», explica el propio futbolista sobre lo que vivió tras el pitido final.

Al fin y al cabo, no es la primera vez que Caramelo sube de categoría, puesto que lo logró con el Salamanca UDS hace tres campañas. De todos modos, aquella ocasión fue diferente. «Esta temporada no se salía de la Comunidad Autónoma y es muy bonito ir a ver el sorteo, viajar muchas horas, dormir en el hotel…», asegura después de haber ganado la segunda fase.

Aún así, el camino no ha sido fácil para el Cacereño. «A cuatro horas de jugar contra el Montijo nos confirmaron que teníamos que estar diez días confinados y disputar los dos últimos partidos en cuatro días. Evidentemente las dudas nos invadieron, ya que eran muchos días de inactividad, pero todos juntos remamos en la misma dirección y conseguimos el ansiado ascenso«, declara.

Y aunque el objetivo se certificó igualmente, el futbolista salmantino no pudo participar en la última jornada. «En el partido contra el Montijo sufrí un pinchazo en el cuádriceps en la primera parte que me obligó a pedir el cambio. Sabía que no podría disputar esa final, lo intentamos hasta momentos antes del partido, pero fue imposible porque la pierna no me respondía«, lamenta.

No en vano, las lesiones han impedido a Caramelo disfrutar de más minutos en una temporada en la que ha marcado cuatro goles. «No sé muy bien el motivo, pero cuando he estado al cien por cien el cuerpo técnico ha confiado mucho en mí y eso siempre es bonito», asevera.

Y una vez logrado el ascenso, el jugador de 26 años deberá pensar en el futuro, ya que no tiene contrato para la próxima temporada. «Ahora mismo voy a descansar y desconectar del fútbol. Tenemos que hablar unas cosas y después veremos qué es lo mejor para ambas partes. Soy muy positivo, pase lo que pase es el destino el que así lo quiere», concluye el ex futbolista del Salamanca UDS, otro de los equipos que jugarán en 2ª RFEF.