El Congesa XXI Ciudad de Salamanca ha realizado una temporada excelente que le ha llevado a concluir en la octava posición. Ubicado siempre dentro del vagón de la zona media-alta, el conjunto charro ha transitado por puestos superiores durante gran parte del año, pero una mala racha final le ha dejado en esa octava plaza.

Sea como fuera, el curso de los hombres de Marcos Sánchez ha sido sobresaliente. De los cinco primeros clasificados, solo el líder, el Unión Financiera, aguantó ante los salmantinos, que obligaron a hincar la rodilla a equipos tan potentes como el Balonmano Soria, el Finetwork Gijón, el Cafés Toscaf o el Grupo IMQ.

Terminada la campaña, el técnico del Congesa XXI Ciudad de Salamanca analiza el desarrollo de los acontecimientos. En primer lugar, reconoce que ha sido una temporada bastante difícil y dura, especialmente durante los primeros meses en los que la incertidumbre era máxima y la competición estuvo en el aire.

«Poco a poco se fue viendo la luz, que esto iba para adelante y ahí fue cuando la plantilla empezó a darse cuenta de que con COVID-19 o sin él era real que se jugaba. El comienzo de liga fue difícil, nos dejamos puntos en sitios donde a priori deberíamos haber ganado o al menos puntuado, tuvimos varios jugadores confinados por vivir en residencias universitarias, tuvimos la lesión de Álvaro Carretero y de Hugo Garín… Pero poco a poco el equipo fue encontrando el juego, fuimos entonándonos, fuimos haciendo puntos, cambiando las sensaciones que teníamos en las primeras 3-4 jornadas y a partir de ahí el equipo fue a más», señala.

El entrenador apunta al partido frente al Balonmano Soria como el punto de inflexión, el momento en el que el equipo creyó en sus posibilidades. El parón navideño no le sentó nada bien al plantel y le costó un poco volver a coger el ritmo, pero sus hombres recuperaron las sensaciones en el modelo de juego y los resultados llegaron de nuevo. «Se volvieron a ganar partidos y llegó el final de temporada con un sabor agridulce con tres derrotas por un gol contra tres equipos de arriba. Era algo que podía pasar, lo sabíamos, pero fue una lástima no ganar ninguno de esos tres, sobre todo el de Santoña en casa que yo creo que lo tuvimos», indica.

Marcos Sánchez ensalza los números conseguidos a final de temporada: «Hay que quedarse con los 29 puntos a la espera de la decisión del Ademar, que podrían ser 30. Es con creces el mejor registro del Balonmano Ciudad de Salamanca en Primera Nacional a excepción de aquella 2008, pero aquel equipo no tenía nada que ver con el de ahora, con gente de fuera, un presupuesto alto… En otras circunstancias, creo que se ha hecho un buen papel. Se ha puntuado una victoria, mínimo, contra cuatro de los primeros cinco clasificados y eso dice mucho del nivel competitivo que ha mostrado el equipo».

Abandona el banquillo del primer equipo, pero continúa como director técnico

Con el final de la temporada 2020-21, acaba también la etapa de Marcos Sánchez en el banquillo del Congesa XXI Ciudad de Salamanca. El entrenador se hace a un lado para centrarse en su labor como director técnico.

«Llegué al club para llevar la dirección técnica, intentar que el club crezca desde abajo y que el balonmano esté presente en más puntos que el Río Tormes. La situación del COVID-19 me llevó a coger el primer equipo, pero no estaba en mis planes. Estoy muy agradecido y creo que para mí también ha sido una evolución como entrenador enfrentarme a esta división, a lo que conlleva la competición», explica.

Compaginar ambas tareas supone mucho desgaste y por ello da un paso al lado dejando el banquillo: «Me ha nutrido como entrenador, pero quiero volver al plan de inicio, intentar hacer crecer al club desde la dirección técnica y creo que al final entrenar al primer equipo y llevar la dirección técnica es un desgaste excesivo. Si me aparto de aquí, intentaré focalizar todos mis esfuerzos en lo otro y por el bien del club será mejor. Me considero una persona del club, que lleva toda la vida en el Balonmano Ciudad de Salamanca y me gustaría seguir el proyecto que inicié a principios del verano pasado y ver hasta dónde llegamos y cómo y cuánto somos capaces de crecer»