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De nuevo con nervios antes de una salida

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 8 junio, 2021

Y por fin llegó el día de volver a las competiciones. 15 meses después he participado en el duatlón cross de Ciudad Rodrigo aprovechando que a él acudía la escuela de atletismo. Me había inscrito para acompañar a la categoría juvenil y cadete, que iban a hacer el mismo recorrido, pero resulta que el juvenil que tenemos no fue porque le han coincidido los exámenes finales y tenía mucho que estudiar y a la categoría cadete el viernes les cambiaron el recorrido y las distancias de las pruebas porque les parecía que el de los mayores era demasiado para ellos. Y vaya que si era demasiado. De haberles metido ese recorrido alguno no lo hubiera acabado y otros hubieran sufrido mucho, pero eso deberían haberlo previsto con más antelación.

Salida de Alba bien temprano para recoger en Terradillos y Salamanca a parte de los integrantes del equipo y a las 10:00 estábamos recogiendo los dorsales y preparando todo, aunque con los cambios de pruebas y horarios iban a tener que esperar bastante para competir. De todas formas tengo la impresión de que no les ha importado en absoluto y para ellos ha sido como un día de excursión y, además, me han visto competir y espero que eso haya sido un estimulo y que sepan que cuando les digo las cosas lo hago desde la experiencia y el sudor.

Así que el primero que iba a competir era yo. Nervios que ya no recordaba, repasando que todo estuviera bien colocado en los boxes y a calentar un poco, cosa que no quiero hacer, para pasar los minutos que quedaban.

Cuando nos llamaron a la línea de salida, cada uno debía colocarse en un punto dibujado en el suelo con la separación estipulada y además había dos arcos de salida para que no hubiera aglomeraciones. Música motivadora, cuenta atrás y a correr con la mascarilla puesta hasta unos 100 metros después, que nos las pudimos quitar.

La primera parte de carrera, 4 kilómetros, buscando mi ritmo y disfrutando de la vuelta a la competición saludando a conocidos y haciendo algún comentario gracioso, como suele ser habitual. Transición y a pedalear.

Todo el recorrido de bici exceptuando 100 metros ha sido por caminos de tierra, arena y piedras. Llano, lo que se dice llano, solo unos 4 kilómetros de los aproximadamente 20 de bici, los primeros y últimos. Después de esa primera parte llana, pero con arena en abundancia, nos acercábamos a una pared y yo pensaba que en algún momento nos desviaríamos a un lado u otro. Pues no, derechos hacia la sierra de Torralba por un sendero con un buen desnivel y piedras sueltas que lo hacían todavía más difícil. A regular, plato pequeño, piñón grande y para arriba. Reconozco que en algún tramo estuve por seguir andando, como hacían algunos, pero me propuse hacer toda la subida encima de la bici y así fue. Vaya manera de subir las pulsaciones y buen calentón con el que coronamos esa zona para después seguir bastantes kilómetros con largos toboganes, alguna subida dura no esperada y tramos en los que podías recuperar un poco porque en las bajadas también ibas con la tensión de las piedras sueltas. Esa parte tenía unos paisajes bonitos y además, lo mejor, íbamos por la sombra, entre pinos de olor intenso, con lo que por lo menos no sufríamos el calor. Fuimos bordeando la sierra, para volver a subir un par de kilómetros con pendiente tendida y ya, de nuevo al sol, una bajada con precaución por las roderas y las piedras a enlazar de nuevo con el primer tramo y regresar a la zona de transición.

A ‘tope’ para dejar la bici y volver a correr, en este caso 2 kilómetros por la zona industrial e intentando buscar las zonas de sombra, que a esas horas eran más bien pocas, con las piernas cargadas y los gemelos a ‘punto de caramelo’, pero no más que en otras ocasiones, buscando el ritmo adecuado para no sufrir en exceso, hasta la meta.

La fotos son de Orycronsport y del fotógrafo que cubre muchas de las pruebas provinciales y que prefiere que no le nombre, aunque no es necesario porque todos sabemos quién es y le reconocemos por su pelo blanco y la cámara al cuello, gracias.

He disfrutado y sufrido a partes iguales, pero un sufrimiento buscado que te hace sentir bien. El duatlón más duro que he hecho después del olímpico de Alba de hace unos años. Mi puesto en la general, como siempre, en el grueso del pelotón. He de decir que de mi edad o mayores, de cincuenta y algunos para arriba, no creo que estuviéramos más de dos o tres y además mi categoría comenzaba en los 45 años, muy ‘jovencitos’ para competir con ellos.

A recuperarse rápido, dejar la bici y preparar juegos escolares. Bonitas pruebas cadetes, infantiles y alevines y por último benjamines y prebenjamines para finalizar. Buen papel de los chavales de la escuela y unos cuantos subieron al podio de sus respectivas categorías en la modalidad individual. Porque esa es otra, resulta que nos envían inscripciones por equipos, las preparo y después no hay ninguna referencia a esos equipos en la entrega de premios, con lo que sé que les gusta subir juntos y disfrutar arriba. De todas formas no me quedé con las ganas de hacerme una foto en el podio con todos los integrantes de la escuela de atletismo que habían ido para dar por finalizada la temporada. Ahora que ha acabado la suya, comienza la mía, a ver qué nos depara este verano porque tampoco creo que haya muchas pruebas.

Buen fin de semana, amig@s

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