El Club Deportivo Intersala dejará la Segunda División Femenina de fútbol sala después de dos temporadas. El conjunto salmantino consumó su descenso hace varias fechas y el pasado fin de semana echó el telón a un curso complicado en el que ha sumado doce puntos -tres victorias y tres empates-.

«Año complicado. El cambio de grupo no nos benefició mucho por el potencial que hay en la parte gallega, ante los que sufrimos la diferencia de calidad», comienza explicando su entrenador, Míchel Pena. «En la primera parte de la temporada nos costó bastante, sí es cierto que hubo partidos en los que merecimos algo más, pero teníamos el lastre de que no éramos un equipo goleador. En la segunda parte de la temporada las sensaciones han sido mucho mejores, en todos los partidos nos hemos marchado con la sensación de que nos merecíamos la victoria porque en cuanto a juego hemos sido merecedores de los tres puntos, pero nos ha penalizado mucho el lastre que hemos tenido todo el año, y es que en las dos áreas quizás hemos sido un poco blandos. Eso nos ha privado de ganar más partidos», continúa.

La victoria ante el Ribamontán al Mar fue el cierre de campaña. «Nos vamos con un sabor agridulce porque no nos ha gustado descender y creo que el equipo ha podido dar más de sí, pero en esta segunda fase el juego ha sido bueno«, asegura.

Para Míchel Pena este curso ha sido diferente porque por primera vez dirigía a un equipo femenino: «Ha sido una temporada satisfactoria porque me ha permitido acercarme al deporte femenino, que no lo conocía, y he tenido la gran suerte de encontrarme un grupo humano extraordinario, un grupo de chicas estupendo, que nos ha permitido trabajar a gusto y en una temporada que a pesar de la dificultad, a nivel humano ha sido muy gratificante«.