El verano ya llegó
‘Lo que da de sí una tirada larga’

Comenzó la temporada de verano con la apertura de las piscinas aunque el tiempo no hace para ello. Este año hay una normativa específica que está dándonos problemas para cuadrar horarios, etc. y sobre todo por la incomprensión el algunos. Incomprensión porque no entienden que la pandemia no ha acabado, que hay que seguir teniendo precaución y que en cualquier momento todo puede ir de nuevo para atrás. Aquí, y supongo que en todos lados, rige el ‘qué hay de lo mío’ y me importa un bledo lo de los demás, la situación y el mundo en general, nos regimos por el egoísmo y así nos va y así nos va a ir.
Cuando el año pasado se decía que ‘esto’ nos iba a hacer mejores yo lo ponía en duda y ahora desde luego no tengo duda ninguna, de eso nada. Seguimos exactamente igual, o me atrevería a decir que peor porque se ha afianzado el ‘yo primero’ y, para colmo, de un tiempo a esta parte se premia el hacer lo que nos dé la gana y se reivindica una falsa libertad de la que me gustaría saber qué opinan los que les ha tocado esto de cerca por trabajo y sobre todo por perdidas familiares. ‘Ojos que no ven…’.
Hacía tiempo que no escribía sobre la pandemia, pero es que estos días han sido duros organizando el trabajo de las piscinas para que se pueda disfrutar de ellas de forma segura y ves como hay gente a quien le importa un bledo y solo se preocupa de si se puede bañar, si puede meter su silla o de si su hijo puede ir a los cursos de natación, aunque incluso no esté ni empadronado aquí o no tenga la edad requerida. Siempre buscando las vueltas a la normativa, retorciéndola y con triquiñuelas para que cuele, o por lo menos intentándolo, y cuando les pillas la respuesta es primero que no me enterado bien y después que la norma es la que está mal, en fin.
Y la víspera de la apertura por fin me tocó la segunda dosis de la vacuna. Elegí Astrazeneca de nuevo, pero más que nada porque para qué iba a cambiar si la anterior vez me sentó bien y es lo que se está haciendo en otros países desde el principio y lo recomendado por la OMS. En un rato libre bajé al pabellón y sin espera ninguna, aquello iba rapidísimo, pinchazo, 15 minutos de espera que pasé charlando con Justi, compañero del club ciclista, y a seguir con la tarea.
El sábado, prontito a dar un repaso a las instalaciones de la piscina, últimos retoques y que todo estuviera a punto para el primer día, aunque, como pasa siempre, la primera semana seguro que hay que ajustar alguna cosa con los protocolos que tenemos este año o con algún horario del personal que esta temporada hay de refuerzo para control de césped, acceso al agua y salida del recinto.
El esfuerzo que se ha hecho este año para poder abrir las instalaciones con garantía ha sido enorme, más si tenemos en cuenta que la persona que normalmente se ocupa del mantenimiento está de baja desde hace un par de meses y ha habido que enseñar todo de cero a su sustituto. Puedo entender que haya quien lo critique, le parezca excesivo o incluso escaso, pero no entiendo que haya quien ya no es que no lo valore (que eso me da igual), sino quien lo desprecia y usa insultos y palabras bien fuertes en las redes sociales. Lo dicho, egoísmo y falta de educación.
Una opinión personal sobre una nueva norma. Te puede no gustar tener que usar gorro de baño, claro que entiendo que puede resultar incómodo si no estás acostumbrado y por supuesto que no previene el contagio de COVID-19, pero desde luego que es una de las medidas de higiene más importantes que se puede hacer en una piscina junto con la ducha o no permitir que la gente se bañe con la ropa interior por debajo del bañador. ¡Porque ojo lo que hay que ver cada verano!
En cuanto al gorro, si los usuarios de la piscina vieran las marañas de pelo que salen de los filtros y se dieran cuenta de lo que probablemente se ‘beben’ sin darse cuenta cada vez que se meten en el agua, no creo que les pareciera tan mal su uso, seguro.
Vamos a escribir de deporte que se va acabando el artículo y no lo he hecho. La bici no pudo ser el sábado y tendría que esperar al domingo. Hacía muchísimo que no salía en domingo y de momento así va a seguir. Las condiciones meteorológicas son las que mandan y el domingo no pudo haber salida de bici porque llovía y hacía muchísimo aire, así que cambio de planes. Al final salí a correr antes de cenar, seguía haciendo muchísimo viento, pero pude hacer un buen recorrido de una hora y en cuanto a la bici, el lunes por la tarde, en un rato libre, pude hacer dos horas de rodillo porque debía estar localizado por si surgía algún imprevisto en las audiciones de la escuela de música que tenían lugar en el teatro.
La última semana de junio siempre ha sido así, a tope, comenzando unas actividades y acabando otras, como la gimnasia para mayores, que además la hicimos con una visita a la huerta-jardín del convento de las madres carmelitas de Alba de Tormes que emocionó a muchos participantes porque no conocían ese rincón y al que muy amablemente nos abrieron las puertas las monjas de clausura. Gracias por el detalle y en especial a la priora Luz María, que nos atendió amabilísimamente.
Buena semana, amig@s.
Deja una respuesta